Lenin Parreno
Economista principal de CAF para Ecuador, México, Centro América y El Caribe
Douglas North afirmó que las instituciones son reglas formales e informales en una sociedad; ideadas por el hombre para facilitar la interacción y el intercambio entre individuos, ya sea a nivel político, social o económico. Las reglas formales son por ejemplo: leyes, normas, ordenanzas; mientras que las reglas informales se refieren a la cultura, las tradiciones, etc. Imaginemos esto último en Ecuador, un país mega diverso, intercultural, con características que vienen de siglos atrás, que sin duda configuran la institucionalidad del país. Por esta razón CAF busca comprender los cambios institucionales en nuestros países miembros, porque determinan el modo en que las sociedades evolucionan a lo largo del tiempo, y son clave para entender el cambio histórico y la evolución de la institucionalidad.
Los agentes económicos pueden erróneamente confundir dos conceptos fundamentales, como son la institucionalidad y la estructura de una organización pública, privada o no gubernamental. Las instituciones van más allá de las organizaciones, es un concepto más amplio e integral porque engloba la interacción de la sociedad civil, gobierno nacional o local, empresa, academia; incorporando dimensiones históricas, políticas, económicas, sociales, entre otras. Las relaciones entre estos actores y sus características son las que deberían llevar a un estado de cooperación eficiente y equitativo para lograr el bienestar de la sociedad. La pregunta en Ecuador es si estos logran una articulación eficaz en favor del desarrollo. Esta es sin duda una de las misiones de CAF cuando realiza una intervención por el desarrollo en cada país o territorio.
El Índice de Calidad Institucional (Martín Krause, RELIAL) en 2018 sitúa a Ecuador en el puesto 24 de 29 países en la región latinoamericana, y en el sitial 107 de 191 países en donde se mide este indicador. Si bien estos indicadores buscan enlazar temas como los económicos con los políticos, es importante señalar que comprender las instituciones es complejo, pero es imprescindible para conocer la forma en cómo estas influyen en el bienestar social y señalar algunos de los retos que deben enfrentar los hacedores de políticas públicas en los territorios. Entre estos se señala la necesidad de comprender que las políticas públicas y realidades no son simples, porque tienen diferentes perspectivas, las actividades están organizadas en varios niveles, y cualquier situación política en un espacio geográfico afecta las actividades de otra locación. Ninguna disciplina aborda de manera integral todos los factores claves en las interacciones en situaciones sociales complejas. Por tal razón es importante comprender lo que en realidad está pasando en diferentes ámbitos, ya sea en lo político, económico, social, ambiental, cultural e histórico. Esto hace indispensable que desde CAF busquemos incorporar los aportes de múltiples disciplinas, diferentes niveles de actividad y diversos entornos políticos y sociales.
CAF, en su rol y aporte al desarrollo de los países de la región, comprende que una acción para mejorar el bienestar de la población, en cualquier ámbito tanto público como privado, es ineficiente e inequitativa si antes no se estudia el origen, estado y evolución de la institucionalidad de un país, ciudad, región o territorio.
En nuestra experiencia como organismo multilateral hemos constatado que una institución tiene éxito cuando las reglas de formales o informales de North se sostienen en buenos hábitos de productividad, competitividad, equidad, conocimiento y capacidad de innovación. Las leyes son fundamentales, pero estas son más potentes si se combinan con un capital humano especializado, liderazgo, procesos eficientes y una mezcla eficaz con las nuevas tecnologías.