El Proyecto Huella de Ciudades, impulsado por CAF, inició el año 2012 con tres ciudades piloto (La Paz, Lima y Quito), y al día de hoy ha beneficiado a 11 ciudades latinoamericanas (La Paz, Santa Cruz de la Sierra, Tarija, Lima, Quito, Guayaquil, Loja, Santa Cruz de Galápagos, Cali, Fortaleza y Recife).
El éxito del proyecto puede explicarse por una simple razón: ayuda a los gobiernos a identificar y priorizar proyectos estratégicos en transporte, energía, residuos o saneamiento, que además de reducir emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la gestión del agua en las ciudades, conllevan importantes beneficios económicos, sociales y ambientales.
Las estrategias que se establecen después de analizar la huella de las ciudades, todas ellas encaminadas a mitigar y adaptarse al cambio climático, se desarrollan a través de las siguientes acciones:
- Determinación y reducción de la Huella de Carbono y la Huella Hídrica de sus ciudades (como territorios) y de sus propias instituciones (como organizaciones)
- Elaboración de portafolios de proyectos de inversión orientados a la reducción de las huellas
- Implementación de acciones piloto con potencial de escalamiento
- Involucramiento de los actores relevantes de la sociedad en busca de sinergias para abordar el problema de forma colectiva.
Algunos de los proyectos priorizados en las ciudades están relacionados a cambios tecnológicos en los sistemas de transporte. como por ejemplo los a partir de lo siguiente:
- buses y taxis eléctricos
- de la promoción del transporte no motorizado a través de la construcción de redes de ciclovías y peatonalización
- de la sustitución de luminarias de alumbrado público por tecnología LED
- de sistemas descentralizados de generación de energía solar en el sector residencial
- de sistemas de captura y quema de biogás en rellenos sanitarios y plantas de tratamiento de aguas residuales
- de la modernización de la tecnología de tratamiento de aguas residuales para su recirculación y reutilización.
Esta cartera de proyectos supone una inversión de varios billones de dólares y, en términos de emisiones de gases de efecto invernadero, una reducción mayor a 130 millones de toneladas CO2e acumuladas en un plazo promedio de 20 años.
Con la información generada gracias al Proyecto Huella de Ciudades y el compromiso por parte de las autoridades de las ciudades, se espera presentar estas demandas de inversión a diversas fuentes de financiamiento, para que con su implementación se aporte al cumplimiento de los NDC de los países y se contribuya al cumplimiento de la agenda internacional de desarrollo sostenible, considerando el importante rol que tienen las ciudades en el proceso de des-carbonización global.
Actualmente cada ciudad tiene una cartera de proyectos de desarrollo con componentes de mitigación y adaptación al cambio climático, lo que permite a las ciudades gestionar financiamiento de entidades multilaterales como CAF, entre otras, o de fuentes climáticas como el Fondo Verde para el Clima.
En este sentido, el Proyecto está apoyando a los gobiernos municipales a elaborar propuestas de proyectos y facilitar el proceso de acceso a financiamiento climático para su implementación. Sin embargo, aún existen barreras y desafíos importantes de tipo político, institucional y normativo principalmente, que dificultan el acceso a financiamiento climático desde las ciudades. Para identificar los principales cuellos de botella se ha desarrollado una evaluación de readiness de las ciudades para implementar proyectos de mitigación y/o adaptación, que está siendo piloteada en la ciudad de Recife como parte del Proyecto.
Dada la importancia y acogida de la iniciativa, se han sumado a ella aliados como CDKN -Alianza Clima y Desarrollo-, AFD -Agencia Francesa de Desarrollo-, la Fundación AVINA, la Fundación Futuro Latinoamericano. La implementación se ha encargado a la empresa consultora Servicios Ambientales S.A.