Vivienda verde, más allá de una moda
En los últimos años ha crecido el interés de los actores del sector de la construcción en disminuir el impacto de su actividad en el medio ambiente.
La industria de la construcción es responsable del 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global, algo que afecta directamente al cambio climático, a la pérdida de biodiversidad y a la disminución de las reservas de agua dulce.
Adicionalmente, el entorno edificado es responsable del 20% del consumo de agua potable, del empleo de un 25% de la madera cultivada y del 40% del uso de la energía en el mundo, según el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC).
Afortunadamente, en los últimos años, hemos visto un creciente interés de los actores del sector de la construcción en la adopción diseños y sistemas que optimizan los recursos y que en cierta medida disminuyen el impacto de la actividad en el medio ambiente.
El primer paso para reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) generadas por la construcción de viviendas es poder calcularlas adecuadamente. Si esta actividad de cálculo se integra al proceso de diseño arquitectónico, entonces el ahorro en emisiones se puede evaluar más fácilmente, resultando en edificios no solo con menores emisiones sino con menores costos de operación.
En este sentido, resulta vital que las instituciones financieras entiendan bien el potencial de ahorro y puedan avanzar rápidamente en su promoción.
Varios países de la región tienen una capacidad enorme para el desarrollo e implementación de productos financieros que permiten avanzar en la construcción de edificaciones sostenibles, vivienda verde y resiliente al cambio climático.
Chile, Colombia, Uruguay, República Dominicana y Ecuador, por ejemplo, tienen este tema identificado en sus NDCs y en diversos planes de reducción de Huella de Carbono de sus principales ciudades. Incluso en varias ciudades latinoamericanas se observan importantes asociaciones público-privadas con programas masivos de construcción de vivienda popular que son oportunidades enormes para incorporar adecuadamente criterios de eficiencia energética en sus procesos constructivos.
Desde CAF estamos apoyando los esfuerzos de los países de la región para que las construcciones sostenibles y respetuosas con el medio ambiente no se conviertan en una anécdota, sino en una práctica permanente.
A través del Programa de Gestión Ambiental y Social para Instituciones Financieras (PGASIF), por ejemplo, apoyamos un estudio de caso sobre Mutualista Pichincha, una institución financiera del sector mutual ecuatoriano, especializada en la financiación de vivienda, para que fortalezca su "Sistema de Reconocimiento a la Construcción Sustentable", una herramientaon-line que apoya y garantiza el financiamiento de viviendas verdes. Este sistema consiste en la promoción y aplicación de una herramienta técnica para identificar características de sostenibilidad (según los estándares LEED y BREAM) en los proyectos de construcción de vivienda, de manera que se puedan otorgar beneficios diferenciados para los constructores y usuarios de vivienda sustentable. La aplicación de este sistema de reconocimiento ha significado para Mutualista Pichincha la creación de dos productos financieros nuevos: el crédito al constructor SEA y el crédito hipotecario SEA.
Otro ejemplo lo encontramos en Santiago de Chile, donde el proyecto Ecobanking de INCAE, que cuenta con el apoyo de CAF, realizó el Primer Taller Presencial de Financiamiento de Vivienda Verde para juntar a los actores del sector construcción y debatir las visiones de los sistemas actuales de construcción y los pasos a seguir para alcanzar la vivienda verde. Asimismo, el Curso en línea de Financiación de Vivienda Verde de Ecobanking ha permitido que ejecutivos de la banca y de otros sectores e instituciones de diferentes países, intercambien experiencias y reciban información de primera mano sobre cómo analizar estos proyectos de vivienda verde, que incorporan componentes de generación de energía limpia, diseños y equipamiento que incorporan eficiencia energética.
Existe un gran interés en muchos países de la región por hacer más cursos presenciales para ir creando masa crítica en temas de sostenibilidad, y estos cursos presenciales o en línea, constituyen alternativas valiosas y apoyan los procesos nacionales de mitigación y adaptación al cambio climático. Por ello el PGASIF seguirá identificando estrategias para trabajar con audiencias diferentes y ajustándose a las necesidades de nuestros clientes latinoamericanos para que puedan financiar y construir ciudades sustentables y resilientes al cambio climático.