España y América Latina, mejores aliados en el sector del agua
Entre todos los sectores económicos, el del agua es el que más potencial ha mostrado en los últimos años, y el que más beneficios puede reportar a ambas regiones.
La relación entre América Latina y España incorpora múltiples dimensiones, que van desde lo emocional, un mismo idioma, similares costumbres, vínculos familiares conservados a pesar de distancias oceánicas e intereses comunes de progreso y bienestar. A esto cabe sumar que el 41,5% de las inversiones directas españolas entre 2009 y 2015 se destinaron a América Latina; y que las inversiones de Latinoamérica en España representan el 12,3% del total de la inversión extranjera.
Pero entre todos los sectores económicos que están detrás de estas cifras, quizás el del agua es el que más potencial ha mostrado en los últimos años, y el que más beneficios mutuos puede reportar en las próximas décadas.
Existen una serie de elementos que justifican esta afirmación. En primer lugar, en cuestiones hídricas la situación actual en muchos países latinoamericanos es bastante similar a la de España hace unos 30 años: el agua, distribuida geográficamente de manera desigual, no siempre estaba donde más se necesitaba, y eso ponía en riesgo tanto el abastecimiento para los ciudadanos como la eficiencia de las industrias productivas.
España supo solucionar esta desventaja geográfica y, a través de una planificación del desarrollo de las infraestructuras, de la creación del marco institucional y de gobernanza y del uso de las energías renovables, logró garantizar lo que los expertos llaman la “seguridad hídrica”, es decir, que el agua se use eficientemente para su consumo humano, su uso agrícola y su función en las industrias.
El camino que recorrió España hasta llegar a la situación actual puede ofrecer interesantes lecciones para América Latina, una región que, a pesar de los avances realizados en la última década en cuanto a reducción de la pobreza y de las desigualdades, todavía tiene una tarea pendiente en lo que refiere al desarrollo de las infraestructuras, especialmente las hídricas, así como en la formación del capital humano y en la creación de adecuados marcos institucionales y regulatorios.
Según estimaciones de CAF –banco de desarrollo de América Latina-, la región debería invertir el 0,3% de su PIB anual hasta el 2030 para universalizar los servicios de agua potable y saneamiento y realizar progresos importantes en tratamientos de aguas residuales y drenaje urbano.
Alcanzar estos montos supone triplicar la inversión histórica en el sector y requiere de un decidido compromiso político, institucional y presupuestario por parte de los gobiernos de la región. Es necesario, también, construir consensos sociales y políticos que superen las múltiples barreras sectoriales y territoriales que todavía condicionan el logro de los objetivos comunes.
El sector del agua está llamado a convertirse en una pieza clave para preservar la estabilidad social y económica del planeta, que cada día ve aumentar la intensidad en fenómenos naturales como inundaciones en algunos lugares y sequías en otros, muchas de ellas derivadas del cambio climático.
La buena noticia es que los envidiables recursos naturales de Latinoamérica nos sitúan en una posición ventajosa. En efecto, además de albergar una tercera parte del agua dulce del planeta, sólo hemos desarrollado el 20% de nuestro potencial hidroeléctrico y somos la única región (junto al África Sub-Sahariana) con capacidad de ampliar el área cultivada y de riego de manera sostenible.
Es en este punto donde vuelve a asomar la alianza entre América Latina y España. Financiación, intercambio técnico, transferencia tecnológica y posturas consensuadas pueden contribuir a enfrentar con más garantías los grandes desafíos globales de los próximos años, como son la seguridad alimentaria, la implementación de energías renovables o la erradicación de la pobreza.
En este sentido, una buena muestra de cómo puede materializarse una colaboración eficiente entre ambas regiones es la celebración de los Diálogos del Agua América Latina - España, un evento que reunirá en Madrid, el próximo 23 de octubre, a líderes del sector público y privado para impulsar un pacto político que sitúe al agua en el centro de la agenda del desarrollo de todos los países de la región. El evento también se constituye como una fórmula para encontrar las inversiones necesarias para mejorar las grandes infraestructuras para el desarrollo agrícola y de otros sectores de las economías de América Latina.
En un mundo profundamente interconectado, es imprescindible compartir conocimiento y experiencias para impulsar el crecimiento económico, la innovación y, en última instancia, el desarrollo integral de los países. Si hablamos del sector del agua, la colaboración entre dos actores tan afines como España y América Latina está llamada a reportar unos resultados que de bien seguro beneficiarán a todos los ciudadanos.