Soraya Azan
Ejecutiva senior en movilidad urbana de CAF
La segunda mitad del siglo XX fue el escenario que visibilizó el proceso acelerado y sostenido de urbanización en América Latina. Entre 1950 y 1990, la población viviendo en ciudades pasó del 40% al 70%, en una clara muestra del rápido giro rural-urbano en la región. A partir de los años 90, la población siguió aumentando, pero a un ritmo progresivamente más lento. Las proyecciones indican que esa desaceleración continuará en el futuro y que la proporción de población urbana se acercará al 90% hacia el 2050.
Los protagonistas de este proceso fueron las principales ciudades y las aglomeraciones que se conformaron en su entorno. Urbes como Sao Paulo, Rio de Janeiro, Buenos Aires, Ciudad de México y Lima, concentran la mayor población e ingresos, y las principales funciones socio económico y administrativo de sus países. En ellas se concentró la mayor atención y sus procesos de crecimiento poblacional, expansión y densificación del territorio, fueron y siguen siendo analizados con profundidad por distintas instancias.
Sin embargo, en las últimas décadas se ha incrementado la visibilidad de las ciudades intermedias, con participación en las agendas nacionales y globales. Esta exposición les ha permitido contrastarse con sus pares, desarrollar sus capacidades de interacción e intermediación con otros territorios y asumir el desafío de construir territorios sostenibles. Hoy sabemos que las ciudades intermedias juegan un rol fundamental en el mundo urbanizado, y se abren oportunidades para impulsar patrones urbanos más orientados a la sostenibilidad.
Su porte y densidad poblacional favorecen el control de su territorio pero sobre todo, poseen condiciones para potenciar la calidad de vida. En términos generales, por su localización tienen la capacidad de intermediar, conectarse y vincularse con otros territorios urbanos y rurales cercanos, generar sinergias, compartir aprendizajes, potenciar la asociatividad, productividad y diversificación económica.
Aunque estas ciudades están creciendo relativamente más en área ocupada que en población, es importante que la caracterización y análisis de estos territorios no se limite a criterios estáticos espaciales y demográficos, sino que se incluyan en los análisis las distintas interacciones dinámicas de intercambio social, comercial, productivo y niveles de conectividad física y digital que pueden desarrollar. Profundizar en sus dinámicas desde las particularidades de cada ciudad exige comprender los impactos de movimientos migratorios, las transformaciones sociales en curso, las posibilidades de diversificación económica, crecimiento y gobernanza.
La investigación comparativa que realizó en el Programa Ciudades Intermedias y Urbanización Mundial (UIA-CIMES) en más de 100 ciudades intermedias alrededor del mundo, identificó que las ciudades de hasta 650.000 habitantes tienden a ser concentradas, con un promedio del 70% de la población viviendo con distancias cercanas en un radio de 3,9 km a la redonda, distancia que puede ser cubierta a pie o en bicicleta.
Esta condición es muy favorable en la contribución de reducción de emisiones contaminantes y calidad de vida, si se logra incrementar el uso de modos de transporte no motorizados en ciudades de este porte.
Instituciones como ONU Hábitat, CEPAL, Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU), Catedra de UNESCO- Universidad de Lleida, Universidad Latinoamericana de Postgrado (FLACSO), ONGs y organismos multilaterales como CAF, vienen intensificando su atención en estas ciudades, generando apoyo para continuar investigando y caracterizando los retos y oportunidades de estos territorios.
En materia de investigación y generación de conocimiento, CAF ha apoyado y financiado diversas publicaciones, como:
- Pobreza y Precariedad Urbana en América Latina y El Caribe- CEPAL-CAF2010;
- Estado de las Ciudades de América Latina y El Caribe- ONU Hábitat-CAF 2012;
- 1er Reporte del Estado de las Ciudades de Colombia: Construcción de Ciudades más equitativas- ONU Hábitat- CAF, 2014;
- Camino hacia la prosperidad urbana-ONU Hábitat –CAF 2015;
- Crecimiento Urbano y acceso a Oportunidades: Un desafío para América Latina. CAF, 2017.
Actualmente en CAF trabajamos en al menos 30 ciudades intermedias de América Latina en áreas de desarrollo urbano, educación, transporte, ambiente y cambio climático; todas se hallan en un rango entre 100 mil y 1 millón de habitantes. Nuestros esfuerzos en estas ciudades, se concentran en potenciar las capacidades crecientes, planificar y desarrollar el territorio e implementar proyectos que impacten positivamente en la calidad de vida de sus habitantes. Debido a la naturaleza joven de estas ciudades, resulta clave impulsar el emprendimiento e innovación, el fortalecimiento de su gobernanza e institucionalidad, y el apoyo a las iniciativas y proyectos detonantes que propicien el desarrollo de intervenciones integrales.
Estas ciudades avanzan consolidándose como referentes en la construcción e implementación de políticas públicas urbanas. Con recursos propios y aportes de la banca de desarrollo, se han desarrollado los diseños, la gerencia e implementación de proyectos detonantes o pivotes para continuar transformando estos territorios. Percibimos sus esfuerzos como mensajes de esperanza: ciudades que aspiran a un modelo urbano diferente, y apuestan a ser más equitativas, plurales e integradas; Es necesario el trabajo sostenido con mirada a largo plazo, desarrollando esquemas innovadores, apropiándose de los sistemas de información geográfica; enfocándose en la sostenibilidad fiscal de largo plazo e incrementando su especialización productiva y generación de intercambio. En próximas publicaciones contaremos con mayor detalle los retos y oportunidades de estas ciudades.
A pesar de la complejidad estructural de las ciudades, somos optimistas. La región cuenta con talento, experiencia, herramientas y esquemas dinámicos para asumir los desafíos que continúan pendientes, y que afectan el desarrollo y la sostenibilidad urbana que buscamos. Resaltamos cuatro retos que presentan rezago en la región y han sido poco atendidos en relación a otros componentes urbanos:
- Reto Equidad: la transformación de la ciudad va asociada a la transformación del campo. Es indispensable que la ciudad intermedia intensifique su interacción con el campo, para incrementar la productividad, garantizar el abastecimiento de alimentos y desarrollar en conjunto un nuevo orden socio-territorial.
- Reto Territorial: como consecuencia de la pobreza, migraciones y urbanización acelerada, se generan impactos y costos. Es posible anticiparse a controlar la expansión con acciones concretas y realistas que le permitan a la autoridad local planificar y controlar el crecimiento ordenado de su territorio.
- Reto Climático: frente a las consecuencias que ya se perciben en el planeta, y ante la vulnerabilidad que tiene la región, es urgente asumir a largo plazo la responsabilidad que tienen las ciudades en la lucha contra los efectos del cambio climático. Entendemos que es desde la escala local desde donde mejor se puede incorporar a los ciudadanos en el desarrollo sostenible.
- Reto Participación: es imperativo que los gobiernos locales propicien la participación ciudadana en las decisiones políticas y sociales orientadas a la transformación. De una ciudadanía activa que transforma paradigmas y está comprometida, depende en gran medida el alcance de la sostenibilidad.