Construyendo un milagro digital para todos
A pesar de los enormes avances que ha tenido América Latina y el Caribe en su proceso de digitalización, aún existen 280 millones de personas que no usan Internet, ya sea porque no hay cobertura de este servicio o porque los costos de acceder al mismo lo hacen prohibitivo. Además de las brechas de acceso a la información y el conocimiento que esta situación implica, trasciende que el 45% de la población no tiene acceso a los servicios derivados de la conectividad digital, tales como diagnósticos médicos, acceso a plataformas de educación, servicios del gobierno y banca, entre otros.
En términos de capacidad y calidad de las redes, los desafíos siguen siendo importantes. Sólo 4 de cada 10 hogares cuentan con una conexión de banda ancha fija y los accesos individuales a Internet móvil no superan el 50%. La brecha de acceso también tiene una expresión a nivel de los hogares de bajos ingresos, zonas rurales y algunas zonas urbanas donde persisten asimetrías significativas en la cobertura y asequibilidad a los servicios digitales.
El trasfondo de esta situación es en parte la ausencia de incentivos correctos para aumentar la inversión en infraestructuras de telecomunicaciones a los niveles que evidencian los países desarrollados. Las economías de la OCDE, por ejemplo, destinan un 57% más de recursos a la expansión de redes de comunicaciones en términos per cápita que el promedio de países de América Latina y el Caribe. La ausencia de políticas modernas para la era digital y de mecanismos de inversión idóneos para el despliegue de redes a zonas de bajos ingresos, sumados a las limitadas capacidades de innovación digital y problemas de coordinación público-privados, pueden estar frenando el desarrollo acelerado del ecosistema digital de nuestra región, y lo más grave, ampliando las brechas sociales en poblaciones no incluidas en el mundo digital.
Por esto, desde CAF hemos sumado esfuerzos con Telefónica, Facebook y BID Invest para crear la nueva empresa “Internet para Todos” (IpT) que tiene como fin conectar a más de 6 millones de personas de más de 30 mil localidades rurales en el Perú. Cerrar la brecha digital es fundamental para impulsar el desarrollo económico y social de América Latina. Iniciativas innovadoras como IpT ayudan a construir un milagro digital porque no solo aumentará la cobertura y la velocidad de la red, sino que también permitirá ofrecer servicios digitales en educación, salud e inclusión financiera, que mejorarán la calidad de vida de la población rural. Internet para Todos nos permite sumar fuerzas para reducir la brecha digital que ahonda la desigualdad socioeconómica entre las comunidades que cuentan con Internet y las que no. Comenzaremos trabajando en zonas rurales de Perú y nuestro objetivo es poder expandir el programa a medio plazo a toda América Latina.
Es prioritario aumentar el nivel de inversión del sector, más allá de la tendencia histórica, para desplegar redes de banda ancha capaces de entregar servicios a mayor velocidad y alcanzar una cobertura casi completa de las redes de cuarta generación, sin mencionar los desafíos que implica el incipiente despegue de las redes de 5G en nuestra región. CAF es un socio natural de los gobiernos y el sector privado en este esfuerzo ya que ofrece recursos de financiamiento, asistencia técnica y generación de conocimiento que nos conduzcan a esta meta.
En este nuevo escenario, la Agenda Digital de CAF ha venido contribuyendo con diferentes iniciativas a la expansión del ecosistema digital de América Latina y el Caribe con acciones que van desde la expansión de la conectividad de banda ancha, hasta la modernización de los esquemas regulatorios e institucionales para soportar el desarrollo digital y la transformación productiva de la región. En materia de infraestructuras, por ejemplo, se han desarrollado proyectos para el despliegue y mejora de la infraestructura de telecomunicaciones de red troncal y red de acceso, de conectividad internacional y el uso eficiente de la red, de conexión de los puntos estratégicos del país o la instalación de nodos de intercambio dentro del país (IXP), redes de distribución de contenidos (CDN) e infraestructura critica para el desarrollo de Internet.
Los retos en la nueva agenda digital para América Latina y el Caribe se enmarcan en la ubicuidad de Internet, la convergencia tecnológica, las redes de alta velocidad, la economía digital, el gobierno digital y la analítica de macrodatos, entre otros, sin dejar de lado las necesidades pendientes de resolver en el acceso y uso de las TIC.
Por ello, CAF ha promovido acciones orientadas a la profundizar la digitalización de los sectores económicos con base en tecnologías maduras y emergentes (IoT, cloud, big data, analytics, M2M, cibersegurdad, etc) para mejorar la productividad de los mismos, junto con importante aportes en la configuración de un Mercado Regional Digital soportado en la armonización y coordinación de políticas para un mejor acceso regional a bienes y servicios digitales transados sobre plataformas de Internet.
Nos encontramos promoviendo una importante iniciativa para desarrollar el Internet industrial en América Latina y acelerar los procesos de industria 4.0 en la región. Por ejemplo, desde CAF hemos aportado recursos para la digitalización de dos cadenas productivas relacionadas con la agroindustria y la logística; además avanzamos con importantes iniciativas para mejorar el desarrollo de las infraestructuras físicas como el transporte y la energía soportados en tecnologías digitales.
Apoyar el desarrollo de la economía digital mediante el desarrollo de políticas públicas que favorezcan la conectividad, la accesibilidad, la seguridad y confianza, los derechos de los usuarios y la libre competencia en la prestación de los servicios digitales, es una tarea aún pendiente de muchos esquemas normativos y regulatorios.
Todos estos desafíos harán también parte de la discusión que daremos en el próximo Congreso Latinoamericano de Telecomunicaciones que organizamos junto al Gobierno de Argentina, Asiet, GSMA y la UIT. La séptima versión de este evento se realiza en un momento de gran protagonismo y expectativa de la transformación digital en nuestras sociedades latinoamericanas y en el mundo entero.
Se han abierto nuevos mercados, han surgido nuevos actores y necesariamente emergen nuevos conflictos y nuevas reglas deben ser adoptadas para mantener un equilibrio dinámico y productivo. Pero sobre todo, es imperativo repensar el diseño y uso de los fondos de universalización, así como imaginar nuevos mecanismos que apalanquen la inversión en zonas remotas y donde todavía los costos de despliegue y acceso hacen imposible la conectividad de hogares de bajos ingresos. Un claro ejemplo de innovación o posible milagro en este sentido es Internet para Todos, IpT, que permitirá ofrecer servicios de Internet móvil a ese grueso de personas que en América Latina viven en entornos rurales alejados de los beneficios del mundo digital.