El gobierno digital necesita personas, no más software
Necesitamos actualizar las habilidades y la mentalidad de los funcionarios públicos para que puedan aprovechar al máximo las oportunidades digitales.
Este artículo se publicó originalmente en Apolitical
Los países latinoamericanos han estado implementando estrategias de gobierno digital durante aproximadamente dos décadas. Estas estrategias se han centrado en simplificar y digitalizar los servicios públicos, así como en crear canales digitales para que los ciudadanos interactúen con el gobierno y participen en el devenir social.
Estas estrategias han traído una mayor eficiencia en las administraciones públicas, los ciudadanos se han acercado a los gobiernos, se han alcanzado mayores niveles de transparencia y participación ciudadana, y millones de ciudadanos han podido ahorrar tiempo y dinero.
Sin embargo, quedan muchos desafíos para canalizar la transformación digital: necesitamos actualizar las habilidades y la mentalidad de los funcionarios públicos para que puedan aprovechar al máximo las oportunidades digitales, pero también gestionar los riesgos que esta revolución digital trae consigo.
Al mismo tiempo, los gobiernos enfrentan mayores expectativas de los "nativos digitales", ciudadanos del siglo XXI que exigen nuevas formas de gobernanza, estados más ágiles, abiertos e innovadores.
El gobierno electrónico es como andar en bicicleta
Para determinar el estado de la transformación digital en América Latina, CAF -banco de desarrollo de América Latina- encargó un estudio sobre el talento digital en la región.
En este estudio que supervisé, llegamos a la conclusión de que un desafío clave para los gobiernos en su viaje de transformación digital es la falta de talento con conocimiento digital y el lento pero necesario proceso de actualización de sus conocimientos sobre nuevas tecnologías, que están creciendo exponencialmente.
Se necesita talento humano especializado para aprovechar estas herramientas. Para el sector privado, la demanda de estos especialistas ya es tremendamente difícil de satisfacer, así que imagínense lo difícil que es para el sector público, donde los salarios suelen ser más bajos.
¿Pero qué tipo de talento se requiere? Los expertos especializados en TIC ya no son suficientes, como fue el caso durante la primera generación de reformas de gobierno electrónico en los años 90 y principios de los 2000.
Ahora, el gobierno también necesita conocimientos y habilidades en otras áreas de especialización, como innovación pública, ciencia de datos y tecnologías emergentes como Internet de las cosas, blockchain, análisis de big data e inteligencia artificial.
Para continuar el proceso de transformación, es fundamental que los servidores públicos se mantengan actualizados sobre las nuevas tecnologías, desarrollen sus habilidades sociales y tengan la oportunidad de aprender y desarrollar sus habilidades continuamente.
Es como andar en bicicleta: se debe seguir pedaleando para evitar caerse o quedarse atrás.
Necesitamos habilidades políticas digitales
Impulsar la transformación digital en el sector público no solo requiere habilidades técnicas digitales. Las habilidades políticas digitales también tienen una gran demanda.
Una lección de América Latina es que ya no es suficiente con invertir en las habilidades digitales de las oficinas de tecnologías de la información en las agencias públicas. Impulsar la transformación digital requiere de responsables políticos que sean conscientes del potencial de las soluciones digitales y de datos.
Del mismo modo, los funcionarios públicos de los ministerios del sector, como salud, educación y seguridad, y los servicios de apoyo, como la contratación pública o el servicio civil, también deben tener un buen conocimiento de estas herramientas.
Nuestra experiencia en América Latina es que los funcionarios públicos de primera línea y el personal de apoyo administrativo desempeñan un papel fundamental en el proceso de transformación para "hacer que las cosas sucedan".
El desafío para los gobiernos
Los gobiernos también quieren que las cosas sucedan, pero enfrentan dos grandes desafíos: mejorar las habilidades digitales y aumentar la conciencia entre los servidores públicos a través de la capacitación profesional y la gestión de las habilidades digitales especializadas en el sector público.
En Brasil, por ejemplo, la escuela federal de gobierno está implementando un ambicioso programa de capacitación en transformación digital para funcionarios a través de la iniciativa Capacita Gov.BR.
Una de las principales conclusiones del estudio es la falta de estrategias y políticas públicas para gestionar las habilidades digitales en los países latinoamericanos. Para abordar este desafío, España ha creado un cuadro profesional de expertos en tecnología en el sector público, con una trayectoria profesional predefinida.
Las escuelas nacionales de gobierno tradicionalmente no han invertido en capacitación digital, pero las cosas están comenzando a cambiar.
Tres innovaciones prometedoras
Las entidades públicas deben implementar estrategias innovadoras para atraer, retener y rotar el escaso talento digital. Según CAF, se han identificado tres caminos prometedores en la región:
- Aprovechar los laboratorios de innovación para mejorar los servicios y generar soluciones innovadoras a los problemas públicos. Estos laboratorios proporcionan puntos de encuentro entre funcionarios, ciudadanos, empresarios, empresas tecnológicas y académicos para promover la innovación pública.
De esta manera, estos laboratorios se han convertido en mecanismos de entrada para atraer talento digital especializado para trabajar en el sector público. Algunas experiencias que podemos destacar son el Laboratorio de Gobierno de Chile, el LABGobArof Argentina, el Gnova de Brasil y el LabX de Portugal.
- Utilizar campañas de sensibilización a través de los medios de comunicación y las redes sociales. Un buen ejemplo es la iniciativa "IT Talent" en Colombia: en un momento en que el interés de los jóvenes en estudiar carreras STEM había disminuido considerablemente, el gobierno colombiano, en asociación con algunas universidades públicas y privadas y asociaciones de tecnología de la información, lanzó una conciencia campaña para atraer a jóvenes a estudiar carreras de TI.
En esta campaña, enfatizaron no solo las oportunidades de trabajo en el sector público, sino también el compromiso con el servicio público y el bien público. Junto con la inversión realizada por el gobierno en becas permitió que el número de estudiantes matriculados en carreras de TI aumentara dramáticamente.
Por ejemplo, en el Programa de Ingeniería de Sistemas y Computación de la Universidad de los Andes, el número de estudiantes matriculados en el programa aumentó de 330 estudiantes en 2013 a 814 en 2019.
- Desarrollar acuerdos de capacitación con universidades, agencias internacionales y compañías tecnológicas. Según el estudio encargado por CAF, estos acuerdos han permitido a países como Costa Rica, Ecuador, Panamá y Perú capacitar a servidores públicos y motivarlos a mantenerse actualizados y al mismo tiempo fomentar el interés de los ciudadanos por comenzar un carrera en el servicio civil.
El camino por delante
Estas iniciativas no pueden llevarse a cabo de forma aislada. Para tener éxito, los gobiernos necesitan una estrategia integral que abarque todos los aspectos, desde la contratación de nuevos talentos digitales, la mejora del talento digital existente, la capacitación de los funcionarios públicos y la gestión de los expertos tecnológicos existentes que trabajan en el gobierno.
Debe haber un marco de gobernanza sólido, con una entidad que lidere la estrategia de talento digital (que puede ser la misma que lidera la agenda digital) y un trabajo coordinado con las instituciones responsables del empleo público (generalmente la comisión de servicio civil), así como los encargados de capacitar a los servidores públicos (típicamente, escuelas nacionales de gobierno).
Finalmente, los gobiernos no pueden invertir solo en talento digital. Necesitan involucrar a los diversos interesados del ecosistema digital (universidades, empresas tecnológicas) y crear nuevas formas de alianzas público-privadas para fomentar el talento digital en la sociedad.
Los gobiernos de América Latina tienden a ser lentos en sus procesos de transformación. Invertir en talento digital es la forma de acelerar esos procesos. Tener el talento adecuado permitirá a nuestros países aprovechar los beneficios de las nuevas tecnologías y así encontrar soluciones innovadoras a los viejos problemas que afectan a nuestra población.