Cómo aprender con las escuelas cerradas
Esta emergencia pone a muchos estudiantes en riesgo de abandono definitivo, y afecta no sólo su acceso a la educación sino también a programas vitales para las familias más vulnerables, como los de alimentación escolar, jornadas extendidas y actividades extra curriculares, entre otros.
La suspensión de las clases para todos los niveles educativos en la mayoría de los países de América Latina y el Caribe es un hecho inédito y, sin duda, una de las decisiones más difíciles que se ha tenido que tomar para frenar el contagio de la población con el COVID-19. UNICEF estima que alrededor de 154 millones de niños, niñas y adolescentes -más del 95% de los matriculados- latinoamericanos se encuentran fuera de las escuelas a causa de la pandemia.
La no asistencia a la escuela en nuestros países es, de hecho, una de las principales barreras para el aprendizaje, y este cierre temporal afectará a millones de estudiantes que ya por las condiciones socioeconómicas de sus familias, o por habitar en zonas rurales, entre otras razones, tienen menos oportunidades para aprender. Esta emergencia pone a muchos de ellos en riesgo de abandono definitivo, y afecta no sólo su acceso a la educación sino también a programas vitales para las familias más vulnerables, como los de alimentación escolar, jornadas extendidas y actividades extracurriculares, entre otros.
Los gobiernos latinoamericanos son conscientes de esta problemática, y durante los últimos días se han habilitado planes de contingencia con nuevos recursos para mantener a las comunidades educativas en contacto, o para potenciar el uso de plataformas y recursos digitales ya existentes, que faciliten el aprendizaje desde casa y lograr así que el mayor número de familias tenga a acceso a contenidos educativos de fácil uso.
En Colombia se ha puesto a disposición de todos la plataforma Aprender Digital, con contenidos para todas las áreas y en variados formatos (apps, videojuegos educativos, miniseries, libros digitales, guías pedagógicas y cursos virtuales abiertos, contenidos para personas sordas, entre otros). De igual forma, se han conformado alianzas con las señales públicas de televisión y radio para emitir franjas de programación especial durante el día como los segmentos 3, 2, 1 Edu-Acción y Profe en tu casa.
Argentina lanzó Seguimos Educando, una plataforma con materiales y recursos educativos y culturales organizados según los núcleos de aprendizaje por nivel educativo y para la educación especial. La plataforma contiene también orientaciones para el trabajo virtual de los docentes y a los contenidos como Pakapaka emitidos por la televisión pública. En Uruguay, donde el 86% de los estudiantes de primaria y básico tienen un dispositivo personal, el Plan Ceibal ha dispuesto todos los recursos disponibles para docentes y estudiantes, así como programas a distancia, a través de las distintas plataformas disponibles, varias de las sin necesidad de registros de usuarios previos, y sin consumo de datos para el uso de los contenidos.
Perú ha lanzado la estrategia Aprendo en casa, que busca combinar la difusión de contenidos por medios digitales, televisión y radio, en la que se espera también desarrollar materiales en 10 lenguas originarias y lenguaje de señas. A través del través del canal de Spotify del Ministerio de Educación se puede acceder a contenidos en español y en lenguas originarias, que también serán emitidos en emisoras de radio nacionales y regionales. Ecuador puso en marcha el Plan Educativo COVID-19 y se habilitaron aulas virtuales con contenidos para bachillerato y para prepararse para las evaluaciones nacionales. Se han dispuesto guías pedagógicas y materiales para los docentes, así como la transmisión de contenidos educativos por televisión y radio.
Estos esfuerzos no son los únicos que movilizan las comunidades educativas de la región. Voluntarios de organizaciones globales como Teach for All en Perú crearon con el apoyo de profesionales peruanos que actúan como docentes de apoyo voluntarios una campaña de sensibilización al COVID-19, haciendo videos en lenguas indígenas para difundir recomendaciones en torno al cuidado y la higiene y sobre cómo hablar con los niños acerca de la coyuntura. En Panamá, jóvenes universitarios que impulsan el canal de youtube Fundación Ayudinga han acordado con el Ministerio de Educación transmisiones en vivo clases de matemáticas, física y química, y han puesto a disposición de los estudiantes cientos de videos en esta plataforma y en las redes sociales de mayor uso. De igual forma, grupos de académicos como Baikal que promueven el aprendizaje de las ciencias naturales y las artes publican a diario contenidos y actividades didácticas para realizar con los más pequeños en casa.
Los retos son enormes y cada semana de cierre exige a los países reinventar y extender los esfuerzos por brindar oportunidades de aprendizaje a todos los estudiantes. Tres elementos deben estar en los primeros lugares de las agendas públicas y privadas para la atención a esta situación de crisis desde el sistema educativo. El primero de ellos es, por supuesto, la movilización efectiva de todos los recursos de aprendizaje disponibles, alternos a la presencialidad. Un número importante de familias puede acceder a estos contenidos si las plataformas se ponen a disposición de todos sin restricción de acceso, ni necesidad de registro. Muchas compañías internacionales han dado acceso libre a sus repositorios durante esta emergencia, por lo que una efectiva curaduría de contenidos educativos con indicaciones sencillas sobre su uso es una herramienta clave para docentes y familias. Con la escasa conectividad con la que cuentan las familias de recursos más escasos o que habitan en zonas rurales apartadas, el uso de la televisión y la radio se convierten en una opción viable y alterna a la distribución de materiales impresos y off line con los que las escuelas puedan ya contar.
La segunda es la comunicación permanente con los docentes y de éstos con los estudiantes y sus familias. La activación y/o fortalecimiento de redes de contacto periódico y directo con los jóvenes y con los padres en el caso de los estudiantes más pequeños es fundamental para facilitar no solo el acceso a guías de trabajo para el apoyo permanente a los maestros y padres, sino para fortalecer líneas de información confiable que orienten no sólo las actividades de aprendizaje que puedan desarrollarse en casa, sino también los hábitos de vida saludable y prevención, los cuales deben ser reforzados. Mensajes de texto, información en la televisión y las cadenas de radio locales, grupos de contacto por whatsapp y redes sociales, son los recursos más accesibles y de mayor cobertura.
Finalmente, será clave poner el foco en aquellos estudiantes y familias más vulnerables, a quienes el cierre afecta no solo por la suspensión de clases, sino porque les dificulta el acceso a la alimentación y la salud. Los gobiernos locales y nacionales están actuando creativamente, desplegando soluciones mediante el uso del transporte escolar, o en alianzas con proveedores locales para que las familias que más lo necesitan pueda recibir los desayunos y almuerzos escolares en estas semanas críticas.
En un panorama de crisis con soluciones inciertas en el corto plazo y con efectos previsiblemente profundos en el mediano y largo plazo, los sistemas educativos tendrán que responder a los retos del día a día, y también consolidar respuestas que les permitan mitigar los efectos de la emergencia, trabajando a la vez en acciones de recuperación, para y a través de la educación.