Estimular la recuperación con compras públicas
Una mirada de ecosistema permite ver la centralidad de las contrataciones públicas para reactivar la economía de un país. Proyectar estrategias de eficiencia, agilidad de procesos y apertura de la información conlleva no sólo una mejor percepción sobre el dinero público, sino una revitalización del mercado local.
Este artículo está escrito por Nicolás Penagos, de OCS.
Los países de la región enfrentan el reto de atender la crisis resultado de la pandemia a la vez que buscan estimular sus economías. Ante esta situación, es importante recordar la necesidad de contrataciones públicas eficientes: comprar rápido, de manera inteligente y con transparencia.
Las compras públicas son uno de los mecanismos que los Estados tienen para garantizar derechos, procurar bienestar social y promover un mercado saludable. Ponerlas al centro del ecosistema nacional es reconocer el efecto multiplicador de la buena toma de decisiones en la materia.
Aquellos países que se han distinguido por su respuesta comparten factores en común: políticas que abren las contrataciones de emergencia, toma de decisiones coordinada en función de prioridades, uso de datos y tecnología para fortalecer los procesos, trabajo en equipo a través de alianzas innovadoras con otros actores sociales y un ambiente de participación cívica que fomenta la confianza y el monitoreo de los servicios. La combinación de estas características permite a un Gobierno mostrar resiliencia, al mismo tiempo que propone soluciones a los retos que plantea este nuevo panorama.
Desde Open Contracting Partnership hemos visto cómo aquellos países que publican datos abiertos de sus contratos y los usan para tomar decisiones están mejor preparados para responder ante los retos que presenta la pandemia. Hemos acompañado estas acciones compartiendo en nuestro Centro de Recursos COVID-19 guías, estudios de caso y estrategias para afrontar estas tareas apremiantes.
En estos momentos las contrataciones públicas se vuelven el centro de atención. Literalmente, están salvando vidas y sosteniendo los sistemas públicos de salud. Las reformas que se logren en este momento pueden impactar no solamente estas compras de emergencia, sino mejorar la gestión general de las compras públicas.
La inversión pública: una ruta para la recuperación
Impulsar el empleo y reactivar la economía podrían ser los efectos de priorizar un diseño estratégico de las compras públicas.
En la región, Chile y Perú han apostado por programas de inversión abarcadores que ponen la contratación de obra pública y concesiones al centro de su modelo. Para que los beneficios económicos que se deriven de estos programas se den en todo su potencial, es necesario que exista un número amplio de empresas que participen y ganen contratos públicos. La transparencia de los procesos de compra incluyendo datos abiertos permite conocer y vigilar los indicadores de competencia para asegurarse que dicho estímulo se distribuye.
Además, Chile ha creado una Comisión de Gasto Público independiente, encargada de monitorear y redactar recomendaciones sobre el mejor uso de los recursos del paquete de estímulo de US $15 mil millones del país. La comisión ha recomendado estándares de transparencia más altos para el uso de recursos.
Hemos visto casos de países que activamente buscan conocer y entablar relaciones con más proveedores. República Dominicana ideó ferias en las que enseñan cómo venderle al Estado y brindaban consejos para presentar una oferta ganadora, todo dentro de un enfoque transversal de equidad de género. En Cali, Colombia capacitaron a más de 500 proveedores en el uso de herramientas de datos para obtener información sobre futuros contratos, invitan de manera periódica a las empresas a hablar con las autoridades municipales, y tienen un foco en fomentar la contratación de madres cabezas de hogar.
El sector GovTech, que contínuamente aporta a los gobiernos para aumentar su eficiencia y adaptación tecnológica, puede ser un aliado determinante para mejorar la capacidad de dar respuesta a los problemas y necesidades de la ciudadanía, en específico, ante las medidas de teletrabajo y distanciamiento social que afectan los servicios públicos.
Apertura desde el diseño: tecnología y datos que catalizan la eficiencia
Otro de los efectos de la pandemia ha sido la aceleración en procesos de modernización y digitalización de trámites. Ante el complejo entramado de procesos esenciales en las instituciones públicas, la aplicación de estándares como el Estándar de Datos para la Contratación Abierta (OCDS por sus siglas en inglés) permite la interacción entre agencias y dependencias.
En Colombia, por ejemplo, el gobierno nacional y varios subnacionales adoptaron medidas para mejorar la competencia y fomentar el desarrollo económico las cuales conviven en un nuevo entorno: un sistema de adquisición electrónica que actúa como una herramienta para promover la integridad y la eficiencia en el proceso de adquisición y como una herramienta de monitoreo de desempeño de alta calidad. La publicación transparente de datos oportunos y accesibles para el usuario, más el uso que le dan entidades gubernamentales para tomar decisiones complementan una nueva cultura basada en la transparencia y los datos.
En su gestión de compras de emergencia, Paraguay ha hecho de la publicidad un factor determinante. El portal de rendición de cuentas del gobierno paraguayo muestra información sobre los programas, subsidios, contratos y donaciones destinados a la emergencia generada por el COVID-19. Y no sólo transparenta las compras, sino que brinda información sobre el financiamiento mismo de dichos programas, los salarios y la distribución de los recursos.
Paraguay fue uno de los primeros en adoptar el enfoque de contrataciones abiertas y utilizar el estándar de datos OCDS. Cuando la emergencia explotó, se movieron rápidamente para garantizar apertura en las compras de emergencia. Desde nuestra mesa de soporte técnico brindamos apoyo técnico para dicha publicación, y estamos siempre atentos para apoyar a otros países y ciudades a abrir su contratación.
Colaboración innovadora: repensar la relación con la sociedad civil
La emergencia ha mostrado la necesidad de replantear la colaboración entre el trabajo de los gobiernos y las organizaciones de la sociedad civil.
Ante la dificultad, muchas iniciativas sociales se han dado a la tarea de fiscalizar el gasto público haciendo esfuerzos increíbles para acceder a la información en contextos con poca apertura de datos. Y en aquellos en donde sí hay información sobre los sistemas de compra pública, generar espacios de retroalimentación sobre su utilidad y la calidad de los datos fortalecería su gestión.
El Observatorio de Compras de Poder Ciudadano en Argentina es un claro ejemplo del impacto de la participación cívica en relación a las contrataciones. En uno de nuestros eventos de comunidad, nos contaron cómo la base de datos que actualizan a diario es utilizada por la Auditoría General de la Nación para advertir potenciales casos de corrupción, y nos invitaron a ver cómo la colaboración es un factor determinante para la sostenibilidad de las iniciativas de datos abiertos.
Además, esta colaboración multiactor en las compras públicas será determinante para el camino hacia la recuperación económica y social del futuro inmediato.