Medidas para mejorar la inclusión financiera en América Latina
Mejorar la inclusión financiera en nuestros países es clave para impulsar el desarrollo económico de la población, por lo que se requiere trabajar en diferentes aspectos, como la educación económica y financiera, la mayor información sobre las capacidades financieras de la población, los esquemas de precio y de tarifa de los productos financieros, el establecimiento de una estrategia pública de inclusión financiera, el acompañamiento de una institucionalidad adecuada y el eficiente funcionamiento de la infraestructura financiera o Sistema de Pagos de Bajo Valor (SPBV).
Este último es de vital importancia y fundamental para la estrategia de inclusión financiera, ya que, sin un adecuado funcionamiento para realizar transacciones financieras de bajo monto, no es posible lograr el acceso y uso esperado de los productos y servicios financieros de la población y de las mipymes.
Normalmente el sistema de pagos de un país está compuesto por tres partes como son el sistema de pagos de alto valor, el SPBV y el compensador universal del sistema que normalmente es el banco central de cada país. Por medio del SPBV se realizan las operaciones entre las personas (P2P) y entre las personas y las empresas (P2E), de tal manera que, para lograr que el ecosistema financiero se desarrolle, es requisito que la infraestructura financiera o el sistema de pagos funcione eficientemente. Esto es aplicable también para el sistema fintech.
Por esta razón, durante los últimos años CAF ha apoyado al desarrollo diferentes aspectos del SPBV en varios países de la región como en Uruguay con la ley de “Acceso de la Población a Servicios Financieros y Promoción del Uso de Medios de Pago Electrónicos”, para la creación del dinero electrónico, la desmaterialización de diversos pagos en la economía y el impulso a la interoperabilidad de diferentes canales de pago. O el caso de Perú, con el apoyo a la expedición de la ley de Dinero Electrónico y el fortalecimiento de la interoperabilidad. Más recientemente en Trinidad y Tobago realizamos la evaluación de los elementos que componen un SPBV y se elevaron recomendaciones para su fortalecimiento.
En general, el sistema de pago de bajo valor (SPBV) está integrado por las cámaras de compensación de cheques, los sistemas de compensación electrónica de cheques, los sistemas de compensación electrónica de instrumentos de pago -incluidas las plataformas de dinero electrónico-, las cámaras de compensación automatizada de pagos electrónicos, así como las redes de cajeros automáticos, y las redes de tarjetas de crédito y débito. Las transacciones realizadas a través del SPBV son compensadas en el banco central. Si el SPBV no funciona adecuadamente, las operaciones financieras de bajo valor se ven severamente limitadas o no se puede llevar a cabo.
Para que el SPBV preste un servicio eficiente debe contar con una regulación específica, con una estructura formal e institucional definida, con estructuras de propiedad que no afecten la competencia, con responsables de su gestión, tanto públicos como privados y que cuenten con relaciones normadas y transparentes. Adicionalmente, es necesario impulsar la “adquirencia”, es decir, la aceptación de los pagos electrónicos en los comercios, y regular adecuadamente las pasarelas de pago, su tecnología y sus riesgos.
Por otra parte, también es necesario fortalecer el gobierno corporativo inherente a la infraestructura financiera de bajo valor y sus reglas de funcionamiento y establecer los mecanismos de operación, los participantes y sus responsabilidades, y hacer transparente el esquema tarifario y/o de cobro que aplica en el SPBV. Además, es importante regular la forma como se reporta la información al banco central y a otras entidades de regulación, su periodicidad, y, en general, asegurar la transparencia de la información.
Por último, para profundizar el uso del SPBV, hay que facilitar los medios y estándares de acceso, y la forma como se logra la interoperabilidad de los diferentes canales del sistema, a la vez que se deben desarrollar los mecanismos que garanticen la seguridad de las operaciones y la manera como se lleva a cabo la supervisión y vigilancia del sistema.
En consecuencia, el fortalecimiento de los elementos que intervienen en el funcionamiento del SPBV de los países de la región, hace parte de la estrategia de CAF para mejorar la eficiencia del sistema de pagos, profundizar la inclusión financiera y desarrollar los sistemas financieros de nuestros países.