Eduardo Fagre
Ejecutivo de la Dirección de Evaluación de Impacto y Aprendizaje de Políticas de CAF
Este artículo está escrito por Eduardo Fagre y Jhony Pulido.
Estudios recientes parecen indicar que uno de los problemas más desafiantes para las empresas en los países en desarrollo es la falta de “capital gerencial”, que no es más que la capacidad de tomar decisiones acertadas en aspectos cruciales como la planificación estratégica, la elección de inversiones adecuadas, el establecimiento de un plan de negocios y la adaptación a cambios imprevistos.
Ayudar a las empresas a desarrollar este tipo de conocimiento es una práctica que se ha ido popularizando, especialmente a través de programas de capacitación y servicios de consultoría. Respecto a los programas de capacitación sobre habilidades comerciales generales, la evidencia apunta a impactos relativamente modestos, aunque la mayoría de las evaluaciones se han enfrentado a desafíos que obstaculizaron sus resultados (para una revisión de varios casos, ver McKenzie & Woodruff, 2013). En contraste, la evidencia sobre los servicios de consultoría parece escasa, pero muestra efectos prometedores (ver Bruhn, Karlan, & Schoar; Mano, Iddrisu, Yoshino, & Sonobe, 2012; Karlan, Knight, & Udry, 2014;Bloom, Eifert, Mahajan, McKenzie, & Roberts, 2013).
Pero, ¿este tipo de prácticas brindan buenos resultados en entornos con inestabilidad económica? Para responder esta inquietud, hicimos un experimento que permitó evaluar si los consejos hechos a la medida podían o no mejorar las prácticas de supervivencia y gestión de un grupo de empresas venezolanas.
Venezuela se ha enfrentado a una difícil situación económica, lo que implica que hacer negocios sea una tarea titánica. Desde el punto de vista macroeconómico, el Fondo Monetario Internacional estimó que la tasa de (hiper) inflación escaló a 65.000% en 2018 y 19.900 en 2019, junto con una reducción del PIB del 80% entre 2014 y 2019. Otros problemas incluyen: la inseguridad (el país tiene una de las tasas de homicidios más altas del mundo), desabastecimiento crónico de combustible (en algunos estados se necesitan varias horas de espera en una cola para recargar el tanque de los vehículos), bajones y cortes no planificados del servicios eléctrico (los cortes diarios son habituales y se han llegado a producir apagones nacionales), y pobre velocidad de conexión a Internet (Venezuela ocupa la posición 173 de 174 países en el Índice Global de Speedtest). En este contexto, la Fundación IDEAS se propuso implementar el programa Avanza, que es un modelo de apoyo a pequeñas y medianas empresas con el fin de mejorar su desempeño.
¿En qué consistió nuestro experimento?
Para la fecha de inicio de la evaluación, 190 pymes fueron pre-seleccionadas, 95 fueron asignadas aleatoriamente al grupo de tratamiento que recibiría apoyo por parte del programa Avanza, y las otras 95 quedaron como grupo de control. El objetivo del experimento consistió en medir los impactos en la supervivencia de las empresas, una tarea difícil dado el contexto. A partir de ahí, se intentaría buscar otros resultados relevantes, como la productividad y las prácticas de expansión, así como factores que permitan explicar estos impactos, como las prácticas gerenciales y la orientación empresarial.
El programa “Avanza” tuvo varios componentes:
- Diagnóstico de las empresas en términos de prácticas gerenciales y brechas de desempeño
- Asesorías personalizadas y gratuitas de 6 a 8 meses de duración en formato presencial o a distancia, lideradas por destacados profesionales de diferentes áreas
- Fijación de hasta tres metas y planes de trabajo para alcanzarlas en el plazo del programa
- Serie de talleres en temas clave
A un año de finalizar la intervención, el equipo de CAF analizó el impacto sobre la supervivencia, ya contando con una medición habilidades gerenciales a corto plazo. Algunos de los retos que han surgido durante este proceso están relacionados con el desgaste o dificultades para recolectar información, pues solo fue posible levantar información en 110 de las 190 empresas. Asimismo, otros desafíos se relacionan con el cumplimiento imperfecto, ya que, a pesar de que ninguna empresa del control recibió las asesorías, 48 empresas que formaron parte del tratamiento no terminaron el programa.
CAF midió las prácticas de gestión (en finanzas, innovación, marketing, planificación y recursos humanos) justo después de que terminó la intervención y la supervivencia de las empresas 21 meses después.
¿Cuáles fueron los resultados?
El programa tuvo un efecto positivo económico y estadísticamente significativo en la supervivencia de las empresas con más de 10 trabajadores: las empresas del grupo de tratamiento tuvieron una tasa de supervivencia 21 puntos porcentuales superior que la de las empresas similares del grupo de control. Por su parte, las tasas de supervivencia de empresas con 10 o menos empleados en los grupos de tratamiento y control fueron idénticas –78%– lo que sugiere que el programa no afectó la supervivencia de las empresas más pequeñas.
En comparación con las empresas más pequeñas, las empresas más grandes tuvieron un mayor cumplimiento, recibieron más horas de asesoría y mostraron un mayor compromiso con el programa. Además, tenían habilidades gerenciales más sólidas antes de que comenzara el programa y también tenían más experiencia operativa.
Comentarios finales
Para beneficiarse, las empresas deben estar preparadas para mantenerse al día con sus requisitos de atención y disponibilidad de tiempo mientras manejan simultáneamente operaciones regulares, lo que puede ser particularmente difícil en entornos difíciles similares al venezolano. Incluso, puede ser más desafiante para las empresas más pequeñas, ya que con frecuencia no tienen suficientes recursos humanos. De hecho, el 47% de las empresas más pequeñas abandonaron el programa en algún momento, frente al 27% de las empresas más grandes.
Es importante resaltar que si bien el programa parece tener efectos sobre las empresas medianas y más grandes, no fue posible discernir el canal a través del cual el programa tuvo estos resultados. El desgaste en la recopilación de información no permitió confirmar si estos efectos se produjeron por mayor habilidades gerenciales que fueron inducidos por la intervención. Estimamos que estos programas podrían mostrar mejores resultados al excluir a empresas más pequeñas que no tengan una motivación adecuada o capacidades suficientes. Una forma potencialmente rentable de hacerlo sería alinear las expectativas ex ante de las empresas con la realidad del programa en términos de su alcance y sus obligaciones. Esto podría ser muy útil si algunas empresas no tuvieran idea de que el programa exigía un compromiso tan fuerte y una cantidad justa de dedicación de su parte. Otra opción es agregar costos monetarios a cualquier retiro, como una multa de salida o una tarifa por registro o participación.