Innovar en el sector público: ¿Misión Imposible?
Este blog está escrito por Delfina Irazusta, directora de la Red de Innovación Local (RIL) y Marcelo Facchina, Ejecutivo Principal en Ciudades Inteligentes y Municipios Digitales de CAF - banco de desarrollo de América Latina.
Soluciones digitales son centrales para que las ciudades y municipios respondan a la demanda de las sociedades por mejores servicios. Sin embargo, lo que solemos llamar ciudades inteligentes solo son sostenibles si disponen de capacidades para innovar y adaptarse a las circunstancias cada vez más dinámicas. Aunque la cercanía con los ciudadanos hace del nivel local de gobierno uno de los espacios con mayor potencial de impacto para rescatar la confianza en los gobiernos, esos mismos gobiernos son lo que encuentran más dificultad en atender las expectativas crecientes de los ciudadanos, hasta el punto de uno pueda creer que es una misión imposible.
La Red de Innovación Local (RIL) de Argentina viene recogiendo aprendizajes al acompañar a más de 200 equipos de gobiernos locales en la región a resolver, de forma innovadora, sus desafíos públicos. De esas experiencias, se pudo identificar tres aspectos que se destacan y parecen condicionar la historia de innovación en una ciudad:
- La activación: ¿qué hace que el proceso de innovación comience?
- El proceso: ¿qué elementos necesitan estar presentes para acercarnos al resultado esperado?
- Los obstáculos: ¿qué impide que el proceso de innovación avance?
Analizar esos tres elementos ayuda a entender qué tenemos que trabajar si buscamos generar soluciones innovadoras en gobiernos. La dificultad de combinar todos los elementos que conlleva un proceso de innovación requiere de parte de las personas involucradas, de precisión y constancia. Eso hace que la innovación en una organización suceda solo excepcionalmente.
La activación: ¿Qué hace que el proceso de innovación comience?
En el sector privado, la misma dinámica del mercado genera un fuerte incentivo hacia la innovación: otros competidores, en cualquier lugar, pueden estar generando una innovación que obligue a las empresas a empezar de cero. Esa creencia latente pone en marcha la búsqueda de la mejora continua. Por otro lado, en el sector público, una vez que suceden elecciones, no existe una creencia latente que impulse este proceso. La buena noticia es que se están movilizando otros activadores a los que debemos prestarles mucha atención si queremos ver cada vez más innovación pública. Pero ¿cuáles son?
En primer lugar, las ciudades faro, que con su innovación se convierten en inspiración para otras. Uno de los argumentos que ayuda a quienes quieren romper con el status quo es mostrar otros gobiernos que se animaron a probar caminos distintos. Durante años Ámsterdam funcionó como ciudad faro para otras ciudades que buscaban resolver sus desafíos de movilidad, y hoy lo vemos en casos como Paris, en su búsqueda por ser la ciudad de los 15 minutos y en Barcelona con el diseño urbano de las supermanzanas.
El acceso a la información permite no solo a servidores públicos conocer estos casos, sino también a los propios vecinos, y esto es lo que lleva a otro activador: la ciudadanía, que expone los desafíos que necesitan solucionarse y activa la rueda de la innovación, especialmente en los periodos electorales. Los rankings de desempeño de gobierno también pueden catalizar los procesos de innovación. Si bien esos corren el riesgo de caer en simplificaciones y generar comparaciones entre gobiernos con mayores diferencias que similitudes, pueden generar los incentivos correctos a la hora de premiar los buenos resultados y exponer las ineficiencias y debilidades. Además, su difusión puede convencer a los grupos de liderazgo en gobiernos a actuar.
El proceso: cuatro elementos clave para el éxito
Con respecto al proceso, cuatro elementos son esenciales para su éxito: (i) presupuesto y apoyo del grupo de liderazgo local, (ii) equipo de personas motivadas y guiadas por impacto y resultados, (iii) foco en las personas y en los desafíos y (iv) permiso a equivocarse. En síntesis, sin presupuesto y apoyo del liderazgo es muy difícil lograr que avance una innovación. Además, las personas motivadas que quieren ir más allá de sus responsabilidades asignadas y sienten curiosidad por lo que aún no ha sido explorado son el motor de los procesos de innovación. El aprendizaje con otros les aporta nuevas visiones y perspectivas que las acerca a una mayor comprensión del desafío, siempre con el foco en generar soluciones con impacto sostenible. Y, finalmente, contar con una cultura organizacional que permita equivocarse sin exponer a las personas a consecuencias negativas por intentarlo.
Los obstáculos: ¿qué impide que el proceso de innovación avance?
Mientras que en el sector privado los desafíos se reducen a alinear los elementos necesarios del proceso de innovación, en el sector público surgen otros aspectos que pueden alejar a los equipos de los resultados esperados.
En primer lugar, porque los desafíos públicos son multicausales y complejos, es decir, muchos sistemas deben involucrarse para su resolución. Por ejemplo, los desafíos de salud y educación se encuentran directamente relacionados con la calidad de la vivienda y la infraestructura pública existente, y eso por su vez trae al debate público una serie de actores. Los obstáculos surgen al tratar de involucrar, comprender y cocrear con todos, ya sea por no considerar el panorama completo o por la desconformidad expresa de algún grupo.
Además, la burocracia, al mismo tiempo que tiene un valor público al cuidar de la asignación de recursos públicos, puede transformarse en un obstáculo para la innovación al tornar los procesos demasiado rígidos o lentos. La mayoría de las organizaciones públicas no han encontrado los equilibrios institucionales que permitan la flexibilidad que la innovación necesita a la vez que se garantiza la transparencia y cuidado que requieren los fondos públicos.
Otro obstáculo para la innovación en gobiernos locales está en las urgencias constantes presentadas a los funcionarios públicos en su día a día. Que una noticia modifique la agenda de trabajo de un servidor público suele ser un aspecto normal de cada día, al paso que en el sector privado eso suele ser una excepción. Los sistemas involucrados en los desafíos públicos complejos, y hay grandes posibilidades que alguna de las variables se dispare requiriendo la atención del equipo de trabajo. Solo los equipos altamente focalizados lograrán encontrar el equilibrio de los desafíos diarios y la resolución de desafíos estructurales.
¿Es entonces imposible innovar en el sector público? La respuesta dependerá de la capacidad de las personas de generar la mayor cantidad de ACTIVADORES posibles, dar lugar a los elementos del PROCESO de innovación y estar atentos a los OBSTACULOS para evitarlos. Las ciudades faro nos marcan que este camino si es posible… ¿Tu gobierno está listo para convertir a tu ciudad en una de ellas?