Alejandra Claros Borda
Secretaria General, CAF -banco de desarrollo de América Latina y el Caribe-
El acceso a la información y la transparencia son dos temas que han ido cobrando gran importancia en el mundo actual. A lo largo de la historia, el acceso a la información ha sido un tema crítico para la lucha de los derechos humanos y la libertad. Por ejemplo, en el siglo XVIII, la Revolución Francesa hizo hincapié en la libertad de prensa y de expresión como derechos fundamentales de los ciudadanos. Posteriormente, en el siglo XIX, los movimientos sindicales y obreros reivindicaron el derecho a la información como un medio para mejorar las condiciones de trabajo y luchar contra la explotación laboral.
Ya en el siglo XX, se convirtió en un tema clave tanto contra dictaduras como contra regímenes autoritarios. En América Latina, la lucha por la democracia y los derechos humanos estuvo estrechamente ligada a la promoción de la divulgación de la información, así como de las condiciones, procedimientos y factores que impulsen instituciones más transparentes.
En las últimas décadas, varios países han declarado la necesidad de mejorar la eficacia de la ayuda internacional, a través de la Declaración de París sobre la Eficacia de la Ayuda (2005), que tiene como uno de sus compromisos la promoción de la transparencia y el acceso a la información, lo que implica que los donantes y receptores de la ayuda se han comprometido a proporcionar información clara, precisa y accesible sobre los recursos y los resultados de la asistencia, de manera que los ciudadanos y organizaciones puedan conocerla y evaluar el impacto eficaz de los programas y proyectos.
Dicho esto, la banca de desarrollo debe esforzarse en promover el acceso a la información y la transparencia como parte de su estrategia, con el fin de mejorar el buen gobierno corporativo y generar confianza entre sus miembros, dado que son estos países los que aportan los fondos y esperan, en consecuencia, que se utilicen de manera efectiva y responsable para lograr los objetivos de desarrollo sostenible. Lo anterior demostrará que estos organismos financieros están comprometidos con la rendición de cuentas y la transparencia en la gestión de fondos que se les ha confiado.
Por tanto, es importante que la información y los datos estén disponibles para el público y los ciudadanos, ya que con estas acciones se logrará impulsar la interacción con la comunidad, lo que permitirá recibir comentarios y sugerencias valiosas que puedan ayudar a mejorar las políticas, así como los programas financiados. De igual manera, el acceso a la información y la transparencia son dos herramientas poderosas que pueden ayudar a combatir la corrupción y evitar la mala gestión de los recursos, los cuales repercuten negativamente en la eficacia del trabajo de la banca multilateral. Asimismo, ambos inciden en la reducción de la pobreza y en la promoción del crecimiento económico sostenible.
En este marco, CAF como institución comprometida con la transparencia, aprobó su primera “Política de Acceso a la Información y Transparencia Institucional”, el pasado mes de diciembre de 2022, la cual permite poner a disposición toda su información, siempre y cuando la misma no se encuentre dentro de la lista de excepciones.
Adicionalmente, CAF está implementando en la actualidad un Programa que tiene el propósito de mejorar los indicadores de transparencia que se constituyen en la base del Índice de Transparencia de las Instituciones Financieras de Desarrollo (DFIs por sus siglas en inglés), de acuerdo con parámetros y estándares internacionales establecidos para tal fin. Este índice es una medida comparativa entre las principales Instituciones Financieras de Desarrollo del mundo, que les permite consolidar la confianza y promover la atracción de recursos para llevar a cabo iniciativas que beneficiarán a las sociedades y, específicamente, a sus ciudadanos.
Es por ello que la transparencia del financiamiento para el desarrollo es aún más relevante hoy día, dado que estamos aumentando nuestro apoyo en el proceso de reactivación económica de la región. Después de todo, sin transparencia el desarrollo no es posible.