CAF, más cerca de Colombia

En 1968, hace ya más de 50 años, los gobiernos de Colombia, Chile, Perú, Bolivia, Venezuela y Ecuador se reunieron en Bogotá para fundar a CAF, en aquel momento la Corporación Andina de Fomento, hoy el banco de desarrollo de América Latina y el Caribe. En estos años pasamos de ser seis países andinos a veinte países de toda Iberoamérica y el Caribe y financiamos más de 200.000 millones de dólares para llevar agua, electricidad, vivienda, educación, salud, movilidad y telecomunicaciones a millones de latinoamericanos.

Colombia es uno de los países con más peso histórico en la institución, y de cara al futuro queremos impulsar todavía más esta posición. Para lograrlo, hemos preparado una nueva estrategia para apoyar al país, alineada con el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2022-2026 "Colombia, Potencia Mundial de la Vida" y basada en el desarrollo rural, la apuesta por la equidad, la transformación productiva sostenible y la modernización institucional, todas ellas teniendo como temas transversales la equidad, el género, la diversidad, la inclusión y la acción climática.

Tenemos mucho trabajo por delante. A pesar de que en las últimas décadas Colombia ha logrado avances significativos en algunos de los principales indicadores socioeconómicos (por ejemplo, la pobreza extrema pasó del 19,8% en 2020 al 12,9% en 2022, y la economía creció un 3% en promedio hasta el 2020), todavía existen rezagos en infraestructura, tecnología e innovación, así como desigualdades en ingresos, educación y acceso a servicios básicos. Por ejemplo, alrededor del 97% de los colombianos tienen garantizado el acceso a agua potable, pero en ciudades como Quibdó la cobertura es solo del 8,2% (en Bogotá es del 99,6%).

El trabajo conjunto será la clave del éxito. El sector privado es vital para construir estrategias duraderas, y la participación del sector público es imprescindible para orientar las políticas de desarrollo

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Rodrigo Peñailillo, representante de Colombia en CAF.

Ante esta situación, nuestra propuesta de apoyo al país implementará una agenda de desarrollo que contribuya a superar la trampa del ingreso medio, a subirse al tren de la 4ta Revolución Industrial y a sacar el máximo provecho de las ventajas competitivas a nivel ambiental, agrícola y de talento humano.

Colombia cuenta con importantes oportunidades de crecimiento por numerosas razones. En primer lugar, la combinación del tamaño de su economía, su ubicación geográfica y su potencial ambiental. En segundo lugar, la economía es resiliente gracias a la solidez financiera y al manejo macroeconómico, apoyado en políticas para estimular la inversión. Y por último, las oportunidades que ofrece el desarrollo de un sistema de ciudades para apalancar el desarrollo de los territorios a través de más y mejores infraestructuras y de la creación de nuevos circuitos comerciales.

El campo colombiano también tiene un gran protagonismo tanto en el plan del Gobierno como en la estrategia de CAF en Colombia, ya que puede consolidarse como el motor del progreso y en líder de prácticas sostenibles (como las que está desarrollando el sector cafetero, por ejemplo). Por eso, estamos listos para hacer de este un espacio sostenible y cada vez más incluyente. Queremos impulsar una transformación productiva que responda a las necesidades de los sectores y que, en línea con los objetivos en materia de conservación, se apoye en la tecnología y el conocimiento para generar valor.  

El trabajo conjunto será la clave del éxito. El sector privado es vital para construir estrategias duraderas, y la participación del sector público es imprescindible para orientar las políticas de desarrollo. Por eso, nuestra estrategia integra el trabajo conjunto entre el sector público y privado, la academia y la sociedad civil, para garantizar la diversidad, la equidad y la inclusión de todas las buenas ideas. Sólo así el país podrá desarrollar todo su potencial, superar sus retos y ofrecer más y mejores oportunidades a todos sus ciudadanos.

Estos son solo algunos esbozos del camino que estamos emprendiendo para fortalecer nuestra presencia en Colombia y para construir un país más verde, sostenible, pujante económicamente, inclusivo y respetuoso con las comunidades étnico-raciales. Colombia puede contar con CAF como un aliado incondicional, especialmente a través de aquellos proyectos que mejoren la calidad de vida de todos los colombianos y colombianas.