US$ 23 millones para infraestructura de integración ecuatoriana

(Caracas, 13 de marzo de 2007).- Luis Enrique Berrizbeitia, vicepresidente ejecutivo de la Corporación Andina de Fomento (CAF), y Francisco Suéscum, embajador de Ecuador en Venezuela, firmaron en la sede del organismo financiero multilateral el contrato de préstamo, por US$ 22,7 millones, destinado al Programa Sectorial de Transporte y Competitividad, emprendido por el Ministerio de Obras Públicas (MOP) de ese país.

Luis Enrique Berrizbeitia destacó que mediante esta operación la CAF ratifica su apoyo a la infraestructura física e integración del Ecuador con Latinoamérica y añadió que “apoyando a este Programa la Corporación facilita al Ecuador el contar con un sistema de infraestructura vial estable, eficaz, confiable y permanente, capaz de resistir los embates de la naturaleza, ante la eventualidad de fenómenos cíclicos, tales como El Niño”.

El préstamo suscrito es el tercero que realiza la CAF a favor de este Programa. El costo total del mismo asciende a US$ 438,7 millones, por lo que el financiamiento de la Corporación, de US$ 259,7 millones, significa 60% del total, mientras que los aportes locales alcanzan el 40% restante.

La presente operación se destinará al Proyecto de Mejoramiento Vilcabamba – Bellavista (con una longitud de 101,8 kilómetros), en sus tramos Vilcabamba–Yangana, Yangana–Cruz del Soldado, Cruz del Soldado–Valladolid–Palanda y Palanda–Bellavista.

Con los recursos aprobados por la CAF se financiarán parcialmente la mejora en las condiciones de accesibilidad hacia las áreas con posibilidades de producción agropecuaria; el otorgamiento de mayor facilidad para la transportación e intercambio de personas y productos; la regularización de la infraestructura vial del país, de acuerdo con el Plan Maestro Vial Nacional y con la Iniciativa de Integración Regional Suramericana (IIRSA); el auspicio al desarrollo de las distintas regiones del país; el facilitar el transporte vehicular y dar mayor comodidad al usuario; el racionalizar la circulación vehicular; y la revalorización de los predios de las zonas de influencia, a través del mejoramiento de las condiciones de circulación vehicular y calidad de vida de los habitantes aledaños de la carretera a ser construida.