Plan de México para promover el emprendimiento

Aunque en el último quinquenio se incrementaron los recursos y programas destinados al fomento de empleo y creación de negocios en México, la inversión ha sido mínima si se compara con otras economías emergentes en América Latina o el Sudeste Asiático.

Desde 2003, en el país operan diversos programas para la creación de microempresas, fomentar la innovación y el desarrollo tecnológico, generar empleo en zonas marginadas y para hacer más competitiva la industria, tal como refiere el documento El emprendimiento en los sistemas universitarios (CAF, 2012).

Sin embargo, la distribución de fondos ha dejado a un lado a la población que se encuentra en situaciones de marginación. Si bien este sector no representa una inversión de valor agregado, es el que tiene mayor necesidad de apoyo para conseguir una ocupación que le permita sostenerse. Llama la atención la disparidad en el gasto gubernamental: 60% de la inversión social se concentra en los grupos de mayores ingresos. A este diagnóstico que da cuenta de las limitaciones para una competitividad más equilibrada se le suman otros obstáculos como la excesiva burocracia, corrupción, la falta de acceso al financiamiento, la infraestructura inadecuada y la inseguridad en cuanto a las políticas públicas vigentes para la formación de empleos, empresas y emprendedores.

Para minimizar estas fallas y potenciar el crecimiento económico del sector empresarial, el programa de emprendimiento que promueve el Plan Nacional de Desarrollo del gobierno de México propone varias estrategias: promoción de nuevos emprendedores e incubadoras de empresas, impulso a microempresas y franquicias, entrega de recursos a pequeñas y medianas empresas, a empresas "gacela" y empresas "tractoras".