La huella humana en la Cinta Costera de Panamá
Con capacitación técnica, desarrollo personal y herramientas de trabajo, residentes del barrio El Chorrillo se convierten en profesionales certificados en el sector de la construcción e infraestructura.
Con tres hijos y una esposa que mantener, Alcibiades Alberto Aranda hace un año se dedicaba a reciclar las latas que recogía durante las festividades en las calles y basureros. Hoy es parte de la fuerza laboral que construye el emblemático proyecto Cinta Costera III. "El programa CREER significó mucho para mí, al estar ocupado trabajando me he alejado de las malas compañías y de las pandillas. Hoy puedo comprar útiles escolares a mis hijos y proveer a mi familia".
Alcibiades no ha sido el único beneficiado del programa CREER en El Chorrillo.Más de 200 residentes del barrio se han beneficiadocon un empleo digno y una formación técnica que les permitirá obtener una plaza de trabajo en cualquier proyecto de construcción del país.
"No hay nada más emocionante para mí que trabajar en la Cinta Costera. Es importante saber que formo parte de este mega proyecto", dice Carlos Antonio Fuentes, mientras camina con sus compañeros sobre la construcción del tramo marino de la Cinta Costera III. "Tomé dos cursos y hoy por hoy me gusta mi trabajo. Es primera vez que trabajo en carpintería y me ha encantado. Con este trabajo conseguí la experiencia que nunca tuve, me sirvió a mí y a mis vecinos para alejarnos de las pandillas, es una oportunidad que nos están dando para cambiar nuestro modo de subsistencia".
El programa CREER otorga una certificación validada por la Universidad de Panamá, el Instituto de Formación Profesional y Capacitación para el Desarrollo Humano (INADEH) y trabaja transversalmente con la Universidad de Trabajo y la Tercera Edad, CAF -banco de desarrollo de América Latina-, Ministerio de Obras Públicas y la constructora Odebrecht, que ejecuta el proyecto Cinta Costera.