Políticas para emprender, emplear y producir
El problema de la productividad de América Latina es un problema de fortalecimiento de las condiciones de empleabilidad de la fuerza laboral y de generación de puestos de trabajo. Las políticas públicas deben tener un enfoque multidimensional para combatir esta problemática
El problema de la productividad de América Latina es un problema de fortalecimiento de las condiciones de empleabilidad de la fuerza laboral y de generación de puestos de trabajo. Las políticas públicas deben tener un enfoque multidimensional para combatir esta problemática.
Por una parte, muchos jóvenes que llegan a la adolescencia optan por no continuar estudiando y se incorporan a la fuerza de trabajo informal, generando frecuentemente su propio emprendimiento, debido a que las perspectivas de un trabajo formal de calidad son muy bajas. Desafortunadamente, al tomar esa decisión, deterioran poco a poco sus capacidades para un buen empleo. Por otra parte, la falta de crecimiento de las nuevas empresas y de aquellas existentes se debe no solo a condiciones adversas de acceso al financiamiento, tecnología, entre otras sino también a que muchos de los trabajadores disponibles ofrecen capacidades limitadas tanto en habilidades técnicas como en hábitos básicos para el trabajo. De tal manera, la región se encuentra en una especie de trampa de informalidad y baja productividad, donde las empresas no crecen tanto porque (entre otras cosas) la mano de obra es de baja calidad y esto, a su vez, se debe a que no existen suficientes empresas transformadoras que generen oportunidades laborales para desincentivar el microemprendimiento informal.
Para favorecer el emprendimiento productivo y sostenible, la intervención pública debe tener un enfoque multidimensional y debe integrar talento empresarial, laboral, innovación y financiamiento. Asimismo, la promoción de ciertos mercados inexistentes y el acceso a servicios financieros pueden ser importantes para la creación y el crecimiento de empresas de calidad. Ello también se aplica para emprendimientos a lo largo de todo el espectro, desde aquellos cuyo máximo potencial es crear pocos puestos de trabajo de calidad para el mercado local hasta aquellos que pueden llegar a competir en mercados internacionales. La política necesita considerar la importancia de programas que reduzcan el tránsito de los jóvenes desde el sistema educativo hacia trabajos en el sector informal, no solo por motivos de inclusión social, sino también por razones de crecimiento y de productividad del sector formal.
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