Concurso Innovadores de América 2014
Conoce a los proyectos ganadores del concurso, sus innovaciones y cómo éstas generan cambios en la salud, y la educación de ciencia y artes
David, Óscar y Franz aparentemente no tienen nada en común. El primero es diseñador gráfico, el segundo zootécnico y el tercero, cardiólogo. Pero a los tres los une algo: ganaron el Concurso Innovadores de América 2014.
David Hernández Salazar inventó el ludófono, un instrumento que asocia colores a notas musicales e integra percusión, viento y cuerda. Tiene un año en desarrollo y ya ha llegado a más de 2 mil niños de Colombia.
Óscar Amaya Montoya, colombiano, creó el Entorno de Aprendizaje Científico, unas aulas donde motivar a los jóvenes en mundo de la ciencia a través de la experimentación.
Franz Freudenthal, boliviano, ha ayudado a que más de 50 mil niños sean tratados de fallas cardíacas congénitas. Con unos catéteres, ayuda a que las arterias se adapten al cambio que sufre el cuerpo al pasar del vientre materno al exterior.
"Innovador es romper con las reglas", dice David, el más joven de los tres. Para Óscar, es crear estrategias para mejorar las condiciones de vida de una sociedad. "Cambiar la educación y hacer aportes al desarrollo es algo simple, se puede hacer a través de cosas pequeñas".
Franz cree que una parte fundamental de la innovación es el reconomiento. "Hay que darlo en Latinoamérica y mostrar que tenemos la oportunidad de hacer algo". En su caso, piensa que no hay otra alternativa que la de ser innovador. Y anima a todos aquellos que aún lo piensan: "todos los innovadores escondidos deben salir y realizar esos sueños".