La música toca a 2.576 niños, jóvenes y maestros en Perú
El programa Música para crecer trabaja con la red de coros y orquestas del Ministerio de Educación y con la Sinfonía por el Perú, liderada por el tenor Juan Diego Flórez
La educación musical es una herramienta para influir en la formación integral de los niños y jóvenes, especialmente en las poblaciones que cuentan con pocas alternativas beneficiosas de uso del tiempo libre.
En los últimos cinco años, el programa Música para crecer en Perú ha formado a 2.576 niños, jóvenes y maestros. En el ámbito orquestal 1.526 niños y jóvenes, y cerca de 70 maestros han sido beneficiados en Lima, Cusco, Huánuco, Puno, Trujillo, Huaraz y Cajamarca. Mientras que el ámbito coral el beneficio alcanzó a 983 niños y jóvenes.
La iniciativa impulsada por CAF -banco de desarrollo de América Latina- ha trabajado en la formación integral de niños y jóvenes con la red de coros y orquestas del Ministerio de Educación. Desde 2011 trabaja con la Sinfonía por el Perú liderada por Juan Diego Flórez, reconocido tenor peruano que vio en el Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela un modelo a replicar en su país.
Apoyar la consolidación de sus contrapartes en cada país y atender a un número mayor de niños y jóvenes son algunos de los objetivos del programa. En el caso del Perú este componente ha permitido apoyarlos este año en la realización de un encuentro nacional de núcleos, actividad de coordinación y planificación que se traduce en el fortalecimiento del sistema de formación musical en este país.
Lo más reciente de CAF
CAF y Rewired lanzan convocatoria para impulsar anticorrupción
Hasta el 30 de noviembre hay plazo para postularse a 'Corrupción Cero', el programa GovTech de CAF y Rewired que impulsa soluciones tecnológicas contra la corrupción. La iniciativa ofrece formación, mentoría y sprints de innovación para promover la transparencia pública.
COP29: CAF presenta sus acciones de adaptación al cambio climático
CAF -banco de desarrollo de América Latina y el Caribe- presentó en la COP29 de Bakú los avances de sus iniciativas de adaptación al cambio climático, que cuentan con una financiación anual de más USD 2.000 y que contribuyen a reducir los riesgos ante desastres naturales, a mejorar la resiliencia de las infraestructuras y a promover la seguridad hídrica, entre otros.