Transporte en América Latina, vital para frenar el calentamiento global
Los sistemas de transporte de América Latina tienen un papel determinante para propiciar una transición hacia economías bajas en emisiones y resilientes al calentamiento global
Son muchos y variados los factores que están contribuyendo al aumento de la temperatura del planeta: desde emisiones de gases de efecto invernadero hasta la deforestación, la quema de combustibles fósiles o la producción de óxido nitroso, por nombrar solo algunos ejemplos.
Pero quizás una de las causas que más impactan al día a día de los ciudadanos y que más repercusión tiene en el calentamiento global son las emisiones de los sistemas de transporte actuales, que por un lado son demasiado dependientes de las energías más contaminantes y por otro soportan modelos de distribución espacial urbana insostenible.
El siguiente dato es suficientemente representativo: en América Latina el sector del transporte es responsable de alrededor de 1/3 de las emisiones de dióxido de carbono. De hecho, el Organismo Internacional de Energía calcula que las emisiones mundiales derivadas del transporte aumentarán de 4,6 gigatoneladas en 2000 a 11,2 en 2050, en lo que supone un incremento del 140%.
Paralelamente, la región tiene la tasa de motorización que más crece a nivel mundial. Esto, si no se controla, supone un importante factor de degradación ambiental para el planeta, ya que la gran mayoría de vehículos funcionan con energías fósiles. Por esta razón el transporte sostenible (transporte no motorizado y transporte público) y su articulación con la planificación urbana, son piezas claves en el proceso de lograr economías bajas en emisiones de carbono que contribuyan a un mundo más respetuoso con el medio ambiente.
En el camino para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por el transporte, es importante que los países de la región incorporen cuestiones ambientales a políticas públicas, programas e inversiones del sector. En estos esfuerzos, CAF -banco de desarrollo de América Latina- se ha convertido en un socio esencial de los países de la región en el momento de estructurar sus políticas públicas y de financiar proyectos de transporte sostenible.
A continuación repasamos los retos de América Latina para tener sistemas de transporte respetuosos con el medio ambiente que cumplan una doble función: mitigar los efectos del cambio climático y mejorar la movilidad y accesibilidad urbana e interurbana.
Cómo reducir las emisiones en el transporte
Según el Observatorio de Movilidad Urbana, impulsado por CAF, el transporte urbano representa un sector clave para los esfuerzos a largo plazo de mitigación del cambio climático.
Entre las medidas que se contemplan para reducir las emisiones destacan las siguientes:
- Impulsar las tecnologías limpias y renovables y usarlas de forma eficiente
- Fomentar los cambios de comportamiento entre los usuarios, como por ejemplo uso del transporte público y no motorizado, y/o reducción de las distancias entre viajes
- Substituir paulatinamente los combustibles fósiles por otros menos contaminantes
- Impulsar y desarrollar proyectos de infraestructura integrales que contemplen las variables ambientales
- Reducir las emisiones por unidad transportada a través de cambios modales (de particular a público); buses de mayor tamaño; o del incremento del factor de ocupación
La importancia de tener infraestructuras de transporte sostenibles
"En América Latina la transformación hacia sistemas de transporte sostenibles y eficientes pasa por construir y mantener infraestructuras adaptadas al calentamiento global que a su vez fomenten la competitividad económica y apuesten por la inclusión social", explica Jorge Kogan, asesor en infraestructura de CAF -banco de desarrollo de América Latina.
Tal y como apunta el experto, las infraestructuras serán una pieza clave para lograr un transporte limpio que contribuya a la movilidad y al desarrollo económico.
La situación actual, tal como apunta el informe Infraestructura en el Desarrollo de América Latina (IDEAL) 2014, elaborado por CAF, indica que los mercados de transporte y logística de la región están relativamente poco desarrollados, hecho que afecta tanto al deterioro del medio ambiente como al precio de los alimentos. Por esta razón es importante incidir en inversiones en infraestructuras de transporte que den prioridad a mejorar la planificación física y logística para evitar viajes innecesarios, o para impulsar nuevas tecnologías que mejoren la eficiencia ambiental en todos los modelos de transporte.
En este sentido, en junio de 2012, durante la cumbre de Rio + 20, ocho organizaciones multilaterales emitieron un comunicado conjunto en el que plasmaron su compromiso para desarrollar sistemas de monitoreo de la sustentabilidad en el transporte de los países en desarrollo, así como para movilizar los recursos necesarios para fomentar infraestructuras y sistemas de transporte menos contaminantes.
En América Latina, CAF se ha consolidado como un organismo innovador que ha respondido sistemáticamente de forma eficiente a las necesidades financieras y técnicas de los países de la región.
En busca de ciudades más sostenibles
Las ciudades latinoamericanas, además de ser el hogar del 80% de los latinoamericanos, concentran la mayor parte de los kilómetros recorridos por los vehículos. Y todo indica que el parque automotriz de la región crecerá en los próximos años (actualmente lo hace a un ritmo de 4,5% por año). Este uso cada vez mayor de vehículos motorizados contribuye a la contaminación atmosférica, tiene efectos negativos en la salud pública, aumenta la congestión vehicular y, en definitiva, reduce la competitividad de las ciudades.
Estas son solo algunas razones por las que las ciudades tendrán un papel determinante en la adaptación al cambio climático y, en particular, en la reducción de emisiones derivadas de los sistemas de transporte. Ante este escenario, varias ciudades de la región han implementado sistemas de transporte alternativo que son menos contaminantes y que a la vez contribuyen a la movilidad urbana. Los ejemplos más destacados se encuentran en Curitiba, Bogotá, Río, Lima, México DF, Santiago y otras ciudades colombianas y mexicanas.
Estas mejoras de los sistemas de transporte deberán estar acompañadas de medidas integrales que contribuyan a ciudades modernas y adaptadas al nuevo escenario provisto por el calentamiento global.
En este sentido, Ciudades con Futuro, uno de los proyectos más innovadores de CAF en el ámbito del desarrollo urbano, trabaja en más de 25 ciudades de la región con proyectos holísticos que integran el respeto al medio ambiente con las áreas clave del desarrollo, como son: seguridad ciudadana, inclusión social, creación de empleos de calidad, desarrollo urbano inclusivo, transformación productiva u optimización de los recursos energéticos.
Los organismos multilaterales tienen un papel importante para lograr ciudades más sostenibles, a través de mejoras en la planificación del uso del suelo, fomento de edificios energéticamente eficientes o transformación del transporte público y no motorizado, por poner solo algunos ejemplos.
Para más información sobre cómo CAF contribuye a mejorar los sistemas de transporte para adaptarlos al cambio climático, visite el observatorio de movilidad urbana.