Los ecosistemas son clave para lograr la seguridad hídrica
América Latina deberá incidir en la protección y conservación de los ecosistemas para garantizar la seguridad hídrica y aumentar la productividad
Los ecosistemas cumplen funciones de regulación y purificación del agua, e influyen decisivamente en la cantidad y calidad de los recursos hídricos. Es por ello que desempeñan un papel clave para alcanzar una seguridad hídrica que contribuiría a mejorar la salud y bienestar de los habitantes de zonas vulnerables, así como la producción de bienes y servicios y los medios de susbsistencia de la población más desfavorecida.
Paradójicamente, a pesar de la importancia que tienen, su sostenibilidad se encuentra en riesgo permanente. Por ejemplo, en Argentina, Chile o Colombia enfrentan amenazas recurrentes, como el avance de la producción agrícola, la explotación minera o la urbanización no planificada.
Aunque la agenda de la gestión integrada de los recursos hídricos (GIRH) ha ido ganando terreno en la región en los últimos años, se necesitan reformas profundas que contemplen la interrelación del agua a nivel social, económico, ambiental, legal y político -a nivel local y nacional.
En este sentido, los expertos coinciden en que se deberán reforzar los mecanismos de gobernanza y fortalecer la participación institucional multisectorial y, al mismo tiempo, incidir en la protección y conservación de los ecosistemas.
El informe "Agua y ecosistemas", elaborado por CAF -banco de desarrollo de América Latina- con el apoyo de The Nature Conservancy, analiza la necesidad de reconocer el papel de los ecosistemas en la gestión y los distintos usos del agua, y plantea los principales desafíos de los ecosistemas de América Latina. Entre ellos, destacan los siguientes:
- Promover conciencia ciudadana sobre el valor de los ecosistemas y la importancia de su protección. El incremento acelerado y desorganizado de la población, así como la integración de la economía regional, han generado condiciones adversas que limitan la capacidad de los ecosistemas de generar servicios hídricos para mejorar el desarrollo humano. En ese sentido, se requiere un mayor compromiso de los ciudadanos para contribuir a su conservación y a un uso más eficiente del agua.
- Aumentar las inversiones que se dedican a la gestión y restauración de ecosistemas, ya que actualmente el valor de estos se subestima al momento de analizar proyectos de inversión. Asimismo, su aporte no se ve reflejado en la ecuación de costo del servicio final, por lo que es indispensable conectar al usuario con el ecosistema mediante un pago en la tarifa de agua que garantice su sostenibilidad.
- Fomentar el diseño e implementación de políticas,programas y proyectos de desarrollo que tomen en cuenta la depreciación de los recursos naturales. Pese a los esfuerzos realizados por los países de la región en la última década y la tendencia que han mostrado a mejorar los procesos de gobernabilidad de los recursos hídricos, el deterioro de los ecosistemas y sus elementos continúa. Los servicios ambientales debe ser considerados como una variable fundamental en el proceso de planificación y toma de decisiones a nivel institucional, de manera que se pueda medir y reducir el impacto de las actividades económicas sobre los ecosistemas involucrados.
A pesar de que la relación entre agua y ecosistemas es evidente desde el punto de vista técnico, ambas agendas continúan estando separadas. Es importante que los países aumenten sus esfuerzos en la búsqueda de oportunidades para crear sinergias entre ambas agendas, de modo que se haga un uso más inteligente de los recursos naturales que contribuya con el objetivo de garantizar la seguridad hídrica en América Latina.