Arte y Esperanza: modelo humano de negocios en penal de Lima

La entrega e instalación del nuevo horno a gas para la producción de cerámica a alta temperatura realizada por CAF -Banco de Desarrollo de América Latina-, como parte del proyecto que se desarrolla en este penal, es apenas la primera de una serie de intervenciones para la población de 5.000 internos que alberga.

La producción de cerámica ha sido una de las actividades impulsadas por la Asociación Dignidad Humana y Solidaridad al interior del Castro Castro. Esta obra emprendida hace más de cuatro décadas por el Padre Hubert Lanssiers beneficia a unos 2.500 privados de libertad, quienes participan en la producción de estas piezas que se comercializan en el mercado nacional.

En el acto, el viceministro de Justicia y de Derechos Humanos agradeció el esfuerzo que tanto la Asociación Dignidad Humana y Solidaridad como CAF han hecho en pro de los privados de libertad del penal. "Esta es una oportunidad para que a través del trabajo los internos puedan redescubrir la dignidad y volver a la sociedad de forma correcta", señaló.

Por su parte, Ana Mercedes Botero, directora de Innovación Social de CAF, destacó la metodología de trabajo que se impulsa en Castro Castro: "Construimos un modelo de negocio que se aleja de la maquila tradicional, de la tercerización de la producción al interior los recintos penitenciarios. Un modelo de empresa social, resultado de una visión compartida de los internos, de tal forma que incluye sus necesidades y aspiraciones, fomenta el desarrollo de una visión empresarial y mejora las condiciones de bienestar físico y emocional de internos, familias y autoridades del penal".

En cuanto a la generación de oportunidades, Carlos Álvarez, Director de la Asociación  Dignidad Humana y Solidaridad, realizó un recuento del trabajo desarrollado por la organización y sus resultados: "Durante todos estos años dedicados a crear oportunidades para los internos, con el estudio, el trabajo y la creación artística, hemos podido comprobar que muchos de ellos logran, con estos instrumentos, recrear sus vidas, volver al seno de la sociedad como seres dignos  y, con ello, engrandecer su futuro, el de sus familias, y por qué no, el de su país. La cárcel, a pesar de ser una dura circunstancia que les toca vivir, se convierte, si ellos así lo deciden, en una oportunidad para ser mejores personas".

En esta iniciativa de innovación social de CAF participan los internos y sus familias, en articulación con el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, la Asociación Dignidad Humana y Solidaridad, la Pontificia Universidad Católica del Perú, el Instituto Cultural Peruano Norteamericano, la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), la Fundación Mokichi Okada (MOA), las embajadas de España, Bélgica y Holanda, la Defensoría del Pueblo y Planete Urgence.

Este modelo co-creado de negocio que apunta al uso productivo del tiempo en reclusión, la generación de condiciones de bienestar físico y emocional de los penados, así como el desarrollo de capacidades que promuevan su reinserción social y económica.

Edgar Carpio, viceministro de Justicia y Derechos Humanos, Ana Mercedes Botero, directora de Innovación Social de CAF -Banco de Desarrollo de América Latina- y Carlos Álvarez Osorio, director de la Asociación Dignidad Humana y Solidaridad, estuvieron presentes en la presentación del proyecto "Arte y Esperanza".