Educación técnica y formación profesional en América Latina
El desarrollo del capital y talento humano debe ser una prioridad para responder a las necesidades del mercado laboral en la región
En el marco de una cooperación técnica entre CAF y El Diálogo Interamericano se llevó a cabo el pasado 11 de agosto, en Argentina, un seminario internacional sobre la educación en América Latina, en coordinación con el Instituto Nacional de Educación Técnica. Esteban Bullrich, Ministro de Educación y Deportes de Argentina, resaltó la importancia de la educación como eje para resolver los principales problemas que aquejan a su país.
Una de las principales debilidades del mercado laboral en Argentina, asegura el Ministro, es que no se cuenta con una mano de obra que posea las habilidades que requiere el sector productivo. En este sentido, resaltó la importancia de un trabajo conjunto entre sector público, privado, organismos de cooperación y sociedad civil para identificar alternativas a la problemática de la falta de vinculación entre la formación técnica y las demandas del mercado laboral. Mauricio Macri, Presidente de Argentina, hizo acto de presencia en el evento.
Jaime Holguín, Director de Proyectos de Desarrollo Social Región Sur de CAF, explicó que hay una correlación muy estrecha entre la educación y los niveles de crecimiento de los países, así como el bienestar individual suele relacionarse con la capacidad de obtener mejores salarios. Los principales retos de la región en este aspecto, presentes en la Agenda Educativa de CAF, están vinculados con aumentar la calidad de la educación, mejorar el acceso con infraestructura y reducir la deserción, además de consolidar vínculos más estrechos entre la formación técnica y las necesidades específicas del mercado de trabajo.
Por su parte, Ariel Fiszbein, Director de Educación del Diálogo Interamericano, resaltó que América Latina es la región que más tarda en llenar una vacante de personal calificado. Si bien hay un incremento en el acceso a las matrículas hay bajas tasas de graduación, esto se debe principalmente a los altos niveles de deserción escolar. En este sentido, mencionó algunas medidas que pudieran tomarse para reducir la deserción, como el apoyo económico al estudiante, y la diversificación de la oferta educativa con programas más cortos.
En cuanto a la relevancia de los estudios, Fiszbein comentó que hay una disparidad entre lo que cuesta la formación profesional y los retornos obtenidos, que generalmente termina perjudicando la persona en formación. Asimismo, destacó que existe un déficit en las denominadas habilidades blandas, como el trabajo en equipo, la responsabilidad y la flexibilidad.
Otro aspecto relevante destacado durante el seminario fue la mención de la Política Nacional de Desarrollo Curricular en Chile. Alejandra Villarzú, ex subsecretaria de formación técnico-profesional del país, mencionó que esta estrategia se está desarrollando con participación multisectorial y que el objetivo del nuevo currículo es responder a los retos de la pertinencia, reduciendo el número de especialidades y realizando una evaluación en función de logros y aprendizajes.
En cuanto al tema de género, Clemencia Consentino, Investigadora Senior del Mathematica Policy Research, comentó su relación con la formación en ciencias e ingenierías, haciendo énfasis en la necesidad de motivar a más mujeres a inclinarse por este tipo de carreras, ya que existe un profundo déficit en este aspecto. La mayoría de los graduados en ingeniería y las comúnmente denominadas ciencias duras son hombres. Como una de las principales causas de este déficit, asegura, se ha detectado la falta de información sobre dichos programas.
En el encuentro también participaron Walter Grahovac, Ministro de Educación de la Provincia de Córdoba, Robert Lerman, del Institute Fellow del Urban Institute y Barbara Rowan, Directora de Investigación académica de Pearson North America. Asimismo, el evento contó con un panel de intercambio de experiencias, en el que participaron invitados de CAF provenientes de Colombia, Brasil, Venezuela, Uruguay, Panamá, Paraguay y Argentina, quienes expusieron sus avances y principales desafíos, entre los que destaca la necesidad de generar un mayor vínculo entre la formación técnica con la necesidades del mercado y la complejidad de este reto en virtud de la diferencia en las velocidades y dinamismo de ambos sectores: productivo-laboral y el de formación-educación.