Expertos y autoridades de Latinoamérica expusieron sobre los avances de los sistemas de inclusión financiera en la región
CAF -Banco de Desarrollo de América Latina- apoyó el segundo Congreso Latinoamericano de educación e inclusión financiera organizado por la Federación de Bancos Latinoamericanos y el Banco República.
Se realizó en Montevideo la segunda edición del Congreso Latinoamericano de Educación e Inclusión Financiera, que contó con la presencia de varias autoridades nacionales, como el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori; el presidente del Banco Central, Mario Bergara; y el presidente del Banco República, Jorge Polgar. Este evento, que busca promover y desarrollar la inclusión financiera, educando sobre la misma, contó con el apoyo de CAF -Banco de Desarrollo de América Latina-.
La apertura de la primera jornada estuvo a cargo de Jorge Saza, director económico de la Federación Latinoamericana de Bancos (FELABAN); Beltrán Macchi, presidente del Comité Latinoamericano de Educación e Inclusión Financiera; Jorge Polgar y Danilo Astori.
En su exposición, el ministro de Economía señaló que la región enfrenta el desafío de promover la inclusión financiera desarrollando los recursos humanos necesarios para su concreción y enseñando al público a insertarse en el sistema.
"La inclusión social es un componente fundamental y estratégico del enfoque que estamos practicando en procura de niveles más altos de desarrollo económico y social y de mayores niveles de bienestar para nuestra población. Uno de los factores no puede ser otro que la inclusión financiera, vista como una universalización de derechos en este desarrollo inclusivo", señaló.
Según la "Encuesta de Inclusión Financiera", que cubre datos de 2006 a 2015 en varios países de la región y que expuso el economista Rafael Muñoz en representación de la Asociación Bancaria de Venezuela, el panorama a nivel regional en la última década muestra un avance significativo y generalizado. El progreso se ha manifestado en diversos sectores socioeconómicos y en muchos casos se cerraron las brechas en materia de inclusión financiera entre diferentes grupos sociales. Los canales de penetración financiera no tradicional cumplen un papel primordial en el avance que experimenta la región, pero a pesar de este notable progreso Latinoamérica aún está lejos de alcanzar los niveles a los que aspira y que otros países han logrado.
En el análisis regional, Uruguay resaltó como el país que había alcanzado niveles extraordinarios de crecimiento. En ese sentido, Martín Vallcorba, Asesor Macroeconómico del Ministerio de Economía y Finanzas explicó que los importantes avances que Uruguay ha tenido en los últimos cinco años en materia de inclusión financiera se deben a la implementación de un programa que combinó de forma armónica tres elementos, incentivos, promoción de la competencia y regulación.
En el panel "¿Cómo evaluar las políticas de inclusión financiera?", que abordó la aplicación de la ley de Inclusión Financiera adoptada en Uruguay, el presidente del Banco Central, Mario Bergara, señaló que la incorporación de tecnología por sí sola no conduce el proceso, sino que ésta debe apoyarse en estrategias educativas e informativas. "Las acciones de inclusión financiera y los sistemas de pagos modernos y electrónicos tienen más de 25 años. En Uruguay, recién con el impulso estratégico del gobierno esto empezó a cambiar", dijo.
Bergara señaló que previo a la ley, el sistema de pagos en Uruguay era dominado por la utilización de billetes papel y cheques, pese a tratarse del mecanismo más "costoso, riesgoso e ineficiente". En la actualidad la proporción de pagos con medios electrónicos en el país se duplicó y el uso de la tarjeta de débito se multiplicó por diez.
Agregó que si bien la inclusión financiera implica un proceso de inclusión social, tiene otros objetivos explícitos, como dotar de mayores competencias al sistema financiero. "En Uruguay, la ley de Inclusión Financiera procuró modificar las reglas y reacomodar estructuras de incentivos para hacer el sistema más competitivo. Hoy vemos las estrategias de las distintas instituciones para captar clientes en servicios que antes no tenían y se están adaptando rápidamente a esta nueva constelación de incentivos para operar y competir", señaló. Según concluyó el experto, estos cambios no solo configuran beneficiosos para el conjunto de la población, sino para las instituciones financieras.