Ciudades inclusivas, productivas y resilientes: el reto para ganar la batalla contra la desigualdad en América Latina
Durante el primer día de la Conferencia CAF: Ciudades con Futuro, expertos internacionales, ministros y alcaldes latinoamericanos hicieron un llamado para convertir a las ciudades en los principales motores de crecimiento económico e inclusión social, a través de una planificación ordenada, de avances en la resiliencia urbana y de mejoras en la provisión de servicios públicos.
Las ciudades son el motor del desarrollo de América Latina. Concentran el 80% de la población y el 65% del producto interno bruto (PIB) de la región. El crecimiento económico de las últimas décadas, impulsado por la estabilidad macroeconómica y políticas eficientes contra la desigualdad, representó una reducción significativa de la pobreza, por lo que ahora el reto es promover la productividad, señaló el presidente ejecutivo de CAF, Luis Carranza, durante la instalación de la Conferencia CAF: Ciudades con Futuro que se llevará a cabo hasta mañana en Lima, Perú.
“Para ganar la batalla contra la desigualdad, se requiere un pacto por la productividad que nos permita continuar con las mejoras sociales. Esa lucha la damos en las ciudades, por eso desde CAF queremos trabajar de la mano con los alcaldes en la búsqueda de ciudades más productivas, inclusivas y resilientes”, aseguró Luis Carranza, presidente ejecutivo de CAF ante los 32 alcaldes presentes en el auditorio.
La capacidad de las ciudades de mejorar el bienestar de sus habitantes depende en forma crucial de la política pública y de la manera como ésta logre aprovechar los beneficios económicos de la urbanización, disminuyendo sus costos sociales. Este es uno de los temas centrales del evento, por lo que durante su intervención, la vicepresidenta de la República y presidenta del Consejo de Ministros de Perú, Mercedes Aráoz, señaló que en la gestión del presidente Pedro Pablo Kuczynski se ha comenzado a trabajar con ciudades de más de 100.000 habitantes, articulando acciones desde el sector público nacional para atender a los sectores subnacionales articuladamente.
“El reto que se nos ha presentado después de El Niño costero es ambiental. Este ha sido un desastre generado por el hombre, por la caótica manera de haber desarrollado nuestras ciudades. Es necesario cambiar la planificación para tener resiliencia ante los desastres naturales. La experiencia con CAF nos ayuda, en su mirada, a poder comparar opciones y experiencias; a tomar los mejores ejemplos y articularlos para nuestro país”, afirmó Mercedes Aráoz.
Por su parte, el alcalde metropolitano de Lima, Luis Castañeda, hizo énfasis en la importancia de la eficiencia del gasto público y el direccionamiento de los mismos recursos para alcanzar la meta de ciudades más inclusivas, productivas y resilientes. “Cada una de las ciudades tiene sus particularidades, pero todos debemos tener como objetivo, en el centro de la agenda, al ser humano. Convertir el sueño en realidad, convertirnos en una sociedad más equitativa. También estoy seguro que este es el sueño de CAF”, agregó Castañeda.
El vicepresidente de Desarrollo Social de CAF, José Carrera, destacó que América Latina es una región propensa a desastres naturales, por lo que se debe trabajar para fortalecer las infraestructuras y proteger el patrimonio de las personas. Carreteras, hospitales, deben adaptarse a las nuevas condiciones climáticas.
“Debemos trabajar desde abajo hacia arriba, acercándonos a los alcaldes para conocer cuáles son los proyectos a trabajar porque ellos son los que están más cercanos a las necesidades de la sociedad. Estos encuentros son fundamentales para la región porque es mucho más productivo cuando los alcaldes se cuentan entre si cuáles fueron las dificultades que tuvieron al realizar un proyecto y cómo alcanzaron sus metas”, añadió Carrera.
Reducir la exclusión social, planificar mejor, aumentar la productividad, mejorar la resiliencia urbana y ofrecer buenos servicios públicos. Estos son los retos más apremiantes que enfrentan las ciudades de la región en las próximas décadas, según aseguraron los expertos internacionales, quienes concluyeron que para abordar estos retos de manera eficiente será imprescindible que todas las autoridades públicas trabajen en conjunto para impulsar una agenda urbana que sitúe al ciudadano en el centro del tablero y que contemple intervenciones integrales en los sectores de transporte, vivienda, empleo, redes viales e infraestructura y medio ambiente.
“América Latina tiene el desafío de transformar las ciudades en espacios de oportunidad”, aseguró Gabriela Michetti, vicepresidenta de Argentina. “Para Argentina, el abordaje de las problemáticas del hábitat es una prioridad y una política de Estado, y uno de sus objetivos principales es saldar el déficit habitacional y promover la universalización del acceso a servicios básicos”, aseguró.
Michetti destacó que Argentina multiplicó por seis los recursos presupuestarios para el Plan Nacional de Hábitat, y que la planificación urbana es una parte esencial de los tres pilares de su gobierno (lucha contra la pobreza, combate al narcotráfico y fomento de la unión social). También consideró imprescindible que todas las esferas de los gobiernos se unan para lograr que las intervenciones urbanas impliquen un cambio de conciencia en la ciudadanía.
Por su parte, Carlos Bruce Montes de Oca, ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento de Perú, afirmó que para solucionar el problema de los asentamientos informales y de las dificultades de acceso a la vivienda, es necesario adoptar acciones trasversales para mejorar las condiciones de habitabilidad. También destacó que “la nueva gobernanza se basa en la coordinación intergubernamental y sectorial, mejora de las capacidades y una gestión transparente que articule a todos los actores”.
Paulina Saball, ministra de Vivienda y Urbanismo de Chile, explicó que “el acceso a la vivienda no es solo el acceso a un bien físico sino a un conjunto de servicios que permiten habitar bien, integrarse a la ciudad, fortalecer la identidad de las personas y generar formas de integración al empleo y al crecimiento”.
Por su parte, Carlos Basombrío Iglesias, ministro del Interior de Perú, señaló que uno de los principales problemas que enfrentan las ciudades latinoamericanas y peruanas es la inseguridad ciudadana. Para contrarrestarla, expuso algunas iniciativas, como la de “Barrios Seguros”, un proyecto que pretende reducir los índices de crimen y violencia a través de una combinación de prevención comunitaria localizada en barrios conflictivos y generación de oportunidades para los habitantes.
En cuanto a la capacidad de las ciudades para paliar los efectos de los fenómenos naturales extremos, Fernando León Morales, viceministro de Desarrollo Estratégico de Recursos Naturales de Perú, aseguró que “el concepto de resiliencia tiene que formar parte del proceso de definición de las políticas y de la toma de decisiones tanto en el nivel regional, nacional y local. Hay que integrar los conceptos de riesgo, desastres, resiliencia y cambio climático dentro de la planificación del desarrollo”.
Yolanda Kakabadse, presidenta del World Wide Fund for Nature (WWF), consideró que “no podemos pensar en una ciudad del futuro si no se reconstruye el vínculo de la ciudad con lo rural; si no repensamos el origen del agua con el uso del agua; el origen de la energía sin su gasto; o si no sabemos de dónde vienen los alimentos o cómo se están deteriorando los ecosistemas”.
De cara al futuro, Nicolás Galarza, de la Universidad de Nueva York, consideró que es necesario adoptar “acciones concretas para plantear una expansión ordenada, de tal manera que no tengamos que continuar haciendo una planificación urbana reactiva. Nosotros sugerimos una intervención minimalista basada en redes de derechos viales que sirva de columna vertebral”.
Para Mauricio Rodas, alcalde de Quito, las ciudades del mundo están enfrentando dos desafíos fundamentales: el cambio climático y la migración. América Latina deberá construir las capacidades necesarias para enfrentar estos desafíos.