Fortalecimiento del ecosistema digital latinoamericano, tarea urgente para enfrentar la disrupción del COVID-19
El Observatorio CAF del Ecosistema Digital publicó el estudio “El estado de la digitalización de América Latina frente a la pandemia del COVID-19”, una contribución a la reflexión sobre el impacto de la enfermedad y que plantea propuestas para mitigar sus efectos en América Latina y el Caribe.
Con el propósito de estimar la importancia de la digitalización como factor mitigante de la disrupción de la pandemia, y de conocer cómo está América Latina posicionada para enfrentar este desafío, CAF–banco de desarrollo de América Latina- a través del Observatorio CAF del Ecosistema Digital y TELECOM ADVISORY SERVICES LLC, publicaron el estudio “El estado de la digitalización de América Latina frente a la pandemia del COVID-19”.
El documento analizó el impacto del COVID-19 en la región a cinco niveles (infraestructura, hogares, sistemas productivos, estructura laboral y el Estado), y el rol de la digitalización en estas áreas como elemento fundamental para la mitigación de los efectos de la pandemia. Además, deja de manifiesto la necesidad de implementar en el menor tiempo posible, acuerdos de colaboración y trabajo conjunto entre los gobiernos y la sociedad civil latinoamericana que faciliten la identificación de aquellas áreas de trabajo que permitan mejorar el desempeño de ciertos componentes del ecosistema digital.
Como antecedente a la situación actual se consideró el análisis econométrico del impacto económico del virus SARS-CoV el cual indicó que aquellos países con una infraestructura de conectividad desarrollada pudieron mitigar un 75% de las perdidas económicas asociadas con la epidemia del SARS y el impacto de las medidas sanitarias tomadas para contrarrestarlo (cuarentena, distanciamiento social, interrupción de tráfico aéreo, uso de mascarillas, etc.).
Entre los datos recopilados se constató que las redes están siendo afectadas por el aumento exponencial del tráfico. Identificándose una disminución de velocidad de banda ancha fija en Chile (-3%) y Ecuador (-19,6%), combinando esto con un incremento de la latencia en la misma tecnología en Brasil (11,7%), Chile (19,0%), Ecuador (11,8%) y México (7,4%) (fuente: Ookla/Speedtest). Un dato que toma relevancia económica puesto que de acuerdo a los modelos del Observatorio CAF del ecosistema digital, la velocidad de banda ancha fija tiene un impacto en el PIB de 0,73% cuando la velocidad se incrementa en 100%, si ésta disminución de la velocidad se mantiene, el impacto económico negativo podría materializarse.
En lo que respecta al teletrabajo, se está saturando la capacidad de enrutadores Wi-Fi en el hogar, motivado por un aumento de trabajo en la nube (aumento del 80% del trafico de subida) y la videoconferencia. Mientras que la brecha digital representa un obstáculo para sectores importantes de la población latinoamericana que dependerían del acceso a Internet para recibir información sanitaria, descargar contenidos educativos para resolver el asueto escolar, o adquirir bienes de manera electrónica.
El estudio además destaca que el COVID-19 implica una disrupción adicional en el mercado laboral ocasionada por la proporción de la fuerza de trabajo que puede transicionar al teletrabajo. Un análisis de la encuesta CASEN para Chile donde se asignan probabilidades de migración para el teletrabajo en los 7.830.950 de trabajadores censados, indica que solo 20,56% de los trabajadores continúan concurriendo al lugar de trabajo (personal sanitario, fuerzas de seguridad) y 23% puede trabajar remotamente con tecnología digital. Esto plantea que en las condiciones actuales, 4.419.530 trabajadores están en la posición precaria de no poder asistir al lugar de trabajo y no pueden transicionar al teletrabajo.
Cifras que encienden alertas ante la necesidad fundamental de trabajar sobre la restructuración de procesos operacionales del sector productivo para incrementar el porcentaje de la población que pueda trabajar remotamente, así como enfatizar la capacitación de los sectores sociales más vulnerables.
La resiliencia en el aparato del Estado frente a la pandemia, fue otro de los puntos clave que reporta documento. La misma se basa en su capacidad para seguir funcionando en términos de procesos administrativos, así como para continuar entregando servicios públicos. El cálculo de un índice compuesto de resiliencia del aparato del Estado indica que, debido al trabajo de años en el desarrollo de gobierno electrónico, ciertas naciones de la región parecen estar mejor posicionadas para afrontar la disrupción, estas son: Chile, Uruguay, México, Brasil y Argentina.
Ante estos hallazgos el estudio “El estado de la digitalización de América Latina frente a la pandemia del COVID-19” reconoce el rol protagónico de la digitalización frente a la recuperación del COVID-19 en América Latina y plantea la necesidad de acelerar el ritmo de nuestros países en el fortalecimiento de sus ecosistemas digitales como un compromiso multisectorial.