COVID-19: Los desafíos de América Latina para reanimar las cadenas agroalimentarias
Matías Urrutigoity, del Centro de Comercio Internacional-ONU, Nahuel Oddone, del Instituto Universitario de las Naciones Unidas de Estudios Comparados de Integración Regional y Daniel Rodríguez, Gerente del programa de Comercio Internacional e Integración Regional del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) exploraron junto a Nelson Larrea - ejecutivo principal de la Vicepresidencia de Sector Privado de CAF, las oportunidades regionales vinculadas con la llamada “nueva normalidad”
A través de una webinar y con el respaldo de tres expertos vinculados con organismos internacionales, CAF -banco de desarrollo de América Latina- exploró los retos que deberán asumir los países de la región a la hora de reactivar sus cadenas agroalimentarias durante la etapa posterior a la pandemia de coronavirus COVID-19, que actualmente golpea al mundo.
Nelson Larrea, de CAF, facilitó este diálogo Retos para las Cadenas Agroalimentarias de América Latina: comercio global e intrarregional post COVID-19, que fue abierto por Matías Urrutigoity, del Centro de Comercio Internacional de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
El experto partió con un análisis sobre los efectos que causó la cuarentena, una medida de contención y de distanciamiento social para frenar el avance de la pandemia aplicada desde marzo, cuando se reportaron los primeros casos de COVID-19 en la región.
“El impacto para la agricultura repercutió con precios a la baja debido a la caída de la demanda”, afirmó el profesional de Naciones Unidas, quien luego precisó que este sector tiene mayores oportunidades debido a su estrecha relación con la seguridad alimentaria, una variable incorporada en los Objetivos y Metas para el Desarrollo Sostenible (ODS) promovidos, precisamente, por la ONU.
Sin embargo, no todos los países pueden tener el mismo desempeño, pues “la situación será compleja para aquellos que son importadores netos de alimentos” y que deben mejorar sus mecanismos de integración comercial donde el desempeño de las pequeñas y medianas empresas (pymes) es crucial para mejorar los indicadores de desarrollo.
“El comercio se vincula con el desarrollo” porque aporta a la integración entre países y empresas, puntualizó Urrutigoity, quien, no obstante, prevé que la adaptación a la etapa posterior a la pandemia enfrentará el obstáculo de la financiación que repercutirá más en las pequeñas iniciativas agrícolas.
Datos
Ante este escenario, Nahuel Oddone, del Instituto Universitario de las Naciones Unidas de Estudios Comparados de Integración Regional, afirmó que la reducción del comercio en América Latina ya se dio antes de la pandemia, donde el comercio intrarregional llegó solo al 14%.
“Con base en datos de la Cepal, que hace la comparación de enero a mayo de este año con respecto a enero mayo del año anterior, el comercio global desciende un 17.7%, pero el comercio en nuestra región, en América Latina y el Caribe, desciende un 27%”, remarcó el especialista.
Los datos, que muestran una caída desde poco antes del inicio de la cuarentena, también reflejan números en rojo en todos los sectores de la economía regional a excepción de la agroindustria que “si bien ha sufrido un desplome, todavía presenta un crecimiento positivo (4%)”.
Oddone exploró así los componentes de las cadenas de valor, muchas de ellas afectadas por las medidas de confinamiento declaradas en casi toda la región y destacó que en el caso del sector de la agricultura se trate de “bienes esenciales” cuyo abastecimiento debe ser garantizado a través del comercio.
“Las exportaciones agropecuarias serán las más resilientes en el contexto del post COVID-19”, afirmó el experto internacional, quien remarcó que uno de los retos más importantes será “reconocer el papel de los productores como eslabón clave”, comentó
De hecho, “no ha aumentado el precio pagado a los productores más allá de su contribución a la seguridad alimentaria en un contexto de pandemia”, mientras que la brecha digital se mantiene elevada, especialmente en estos sectores de la economía.
La discusión —propiciada por CAF— cerró con Daniel Rodríguez, gerente del Programa de Comercio Internacional e Integración Regional del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), quien reflexionó sobre los cambios que supondrá para las cadenas de valor de alimentos y el comercio la llamada “nueva normalidad” derivada de la pandemia.
“El sector agrícola, por su importancia en la seguridad alimentaria, demandará mayores exigencias de inocuidad y sanidad”, mientras que la demanda de algunos productos agrícolas, como es el caso de los cítricos, creció en un contexto marcado por problemas logísticos y de transporte, remarcó.
“El gran reto es contribuir a la reactivación económica, pero el sector agrícola y el comercio, en particular, están llamados a jugar un papel clave (…). Tenemos un papel importante que jugar en la seguridad alimentaria internacional”, puntualizó el representante de IICA.
Desafíos
- Reafirmar los compromisos multilaterales de los países de las regiones en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC) de facilitar el comercio, no crear obstáculos innecesarios al comercio.
- Mejorar la transparencia y la previsibilidad en el abastecimiento y adopción de nuevas medidas.
- Fortalecer los sistemas de sanidad, inocuidad y trazabilidad de los alimentos, a nivel institucional y en el tejido empresarial del Sector.
- Promover la aplicación de acuerdos normas y otros estándares regionales e internacionales con justificación científica y conducentes a la protección de la salud pública, la sanidad agropecuaria y la facilitación del comercio.
- Promover el diseño de políticas y medidas comerciales que fomenten la sostenibilidad ambiental.