El agua, un vínculo para el desarrollo entre América Latina y España
En su momento España recabó los fondos para gestionar eficientemente sus recursos hídricos y ofrecer servicios estables y de calidad. Su ejemplo puede ser útil para la región, en la que 34 millones de latinoamericanos carecen de acceso a agua potable y 152 millones no disponen de servicios adecuados de saneamiento básico.
En los últimos años, la cooperación entre América Latina y España se ha convertido en una oportunidad para enfrentar los grandes retos globales con mayores perspectivas de éxito. Unidas por un mismo idioma, intereses económicos compartidos y un sinfín de rasgos culturales comunes, ambas regiones están aprovechando su relación para mejorar a calidad de vida de su población, su desempeño económico y su presencia geopolítica.
El sector de agua y saneamiento es un buen ejemplo de cómo el intercambio de conocimiento entre España y Latinoamérica puede propiciar mejoras concretas. En muchos aspectos, la situación de España hace algunos años era similar a la que hoy experimentan varios países de América Latina: la distribución heterogénea de los recursos hídricos demandaba grandes inversiones en infraestructura para llevar agua a las localidades donde escaseaba y era más necesaria para las necesidades humanas y productivas.
España logró recabar los fondos necesarios y gestionar eficientemente sus recursos hídricos para ofrecer servicios estables y de calidad a todos sus ciudadanos. El ejemplo de España puede ser de utilidad para la región, teniendo en cuenta que actualmente 34 millones de latinoamericanos carecen de acceso a agua potable y 152 millones no disponen de servicios adecuados de saneamiento básico (la mayoría de ellos se encuentran en áreas rurales y en las zonas informales de las grandes ciudades).
En un intento de incidir en un intercambio de conocimiento y experiencias que se traduzca en ganancias sociales y oportunidades económicas, el próximo 6 de septiembre se celebrará en Madrid la segunda jornada de los Diálogos del Agua América Latina-España, un foro internacional que reúne a líderes globales del sector público y privado para intercambiar experiencias sobre las mejores prácticas para financiar las inversiones, fortalecer la gestión y la operación sostenible de los sistemas de agua y saneamiento.
Organizados por CAF -Banco de Desarrollo de América Latina-, con la colaboración del MAGRAMA, los Diálogos del Agua tienen el objetivo de impulsar la colaboración entre los organismos públicos y privados de América Latina y España para lograr que todos los latinoamericanos tengan acceso a servicios de agua y saneamiento de calidad y, paralelamente, para gestionar de manera más eficiente y sostenible los recursos hídricos destinados a diferentes sectores económicos.
Los puentes de intercambio de conocimiento a ambos lados del atlántico también se materializan a través de actividades de refuerzo de capacidades. En este sentido, CAF, AECID, FIIAPP, CEDEX y CODIA llevarán a cabo, del 5 al 16 de septiembre en Madrid, el primer Curso Iberoamericano sobre Tratamiento de Aguas Residuales, destinado a profesionales del sector del agua encargados de la toma de decisiones en países latinoamericanos.
Mejoras en los servicios de agua y saneamiento
Este tipo de intercambio de conocimiento debe profundizar los avances sociales que Latinoamérica logró en los últimos 20 años, entre los que se encuentran los siguientes: más de 70 millones de mujeres se sumaron al mercado laboral; la pobreza infantil se redujo del 55,3% en 2000 al 40,5% en 2014; la clase media creció un 50% en la última década, y ahora representa aproximadamente el 30% de la población; y más de 70 millones de personas dejaron de ser pobres desde inicios del presente siglo.
En cuanto al agua y saneamiento, la región también logró importantes avances: redujo a la mitad el número de personas sin acceso a agua potable, e incrementó y diversificó el financiamiento para infraestructuras hídricas.
Sin embargo, los desafíos del sector siguen siendo enormes: falta un largo camino por recorrer en materia de gobernanza e institucionalidad; en la implementación de prácticas regulatorias para mejora la calidad y la eficiencia de los servicios; aunque las asignaciones presupuestales han crecido, se requieren esfuerzos para mejorar la calidad y la sostenibilidad de las inversiones. Además, la infraestructura hídrica actual es insuficiente y la región sigue siendo vulnerable a los efectos del cambio climático, como inundaciones y sequías más intensas y prolongadas que amenazan a la provisión estable de servicios de agua potable y saneamiento.
En un mundo cada vez más interconectado, donde el conocimiento tiene un papel protagónico en el desarrollo económico y social, el intercambio de experiencias exitosas puede marcar la diferencia y conducir a América Latina hacia la liga de las regiones más avanzadas.