Agua + Trabajo, emprendimientos que transforman vidas
El empoderamiento es esencial para que los más desfavorecidos puedan adecuar sus habilidades de tal forma que generen valor para ellos mismos y para la sociedad.
Mucho se ha dicho sobre los diversos mecanismos que pueden contribuir a la lucha contra la exclusión y la desigualdad. Sin embargo, está demostrado que no existe herramienta más poderosa en esta contienda que generar capacidades productivas, educar para el trabajo eficiente y empoderar a los más vulnerables.
El empoderamiento es esencial para que los más desfavorecidos, aquellos con pocas oportunidades en la vida, puedan adecuar sus habilidades de tal forma que generen valor para ellos mismos y para la sociedad, lo cual se traduce en aumento de sus ingresos gracias al producto de su esfuerzo físico e intelectual.
Este razonamiento es el que ha llevado a CAF -Banco de Desarrollo de América Latina-, en alianza con Agua y Saneamientos Argentinos (AySA), a crear el proyecto Agua + Trabajo, que contribuye a fomentar la generación de capacidades productivas en la población vulnerable, y a que la empresa introduzca un cambio innovador en su manera tradicional de operar y mejore su actividad económica.
El origen del proyecto se encuentra en la necesidad de AySA de ampliar su red de agua potable en el gran Buenos Aires, fundamentalmente hacía las zonas con menos cobertura sanitaria, que también eran las más empobrecidas.
Para ejecutar la ampliación, lo lógico hubiera sido que la empresa subcontratara a compañías tradicionales de construcción para que hicieran las obras civiles lo más rápido posible. Sin embargo, para la realización de esta red AySA promovió la generación de capacidades entre los vecinos de las zonas donde llegarían las obras, y con ello no solo generó fuentes de autoempleo en estas comunidades que se organizaron en cooperativas de construcción, sino que aseguró la conexión domiciliaria de la red de tal forma que se lograra el objetivo de cobertura sanitaria.
El resultado: AySA formó a los vecinos en el oficio y las obras se realizaron en tiempo record. Además, hubo ahorros para la empresa.
El poder del empoderamiento socio-productivo, motivado por la preocupación social de una empresa, nos devela el potencial que tiene cada individuo para ser mejor, aprovechando las oportunidades que se le presentan para desarrollar sus propias capacidades técnicas y sus habilidades gerenciales y sociales, sumando así esfuerzos para el crecimiento de sus comunidades y sus países.
Cabe destacar que a pesar de los logros obtenidos en reducción de la pobreza, América Latina sigue siendo muy desigual. Con esta realidad en mente y como observador acucioso de la realidad latinoamericana, CAF ha entendido que los principales retos en materia de inclusión social y económica de comunidades vulnerables son la formación del stock de capital humano, que a su vez deberá contribuir a una necesaria trasformación productiva regional.