Conservar los bosques para asegurar la sostenibilidad ambiental y económica
Debemos conservar nuestros bosques para garantizar la estabilidad ambiental y, paralelamente, incentivar el desarrollo económico y social.
América Latina y el Caribe cuenta con el 57% de los bosques del mundo. Ellos albergan la mayor parte de la diversidad biológica de la región y posibilitan que Brasil, Colombia, Ecuador, México, Perú y Venezuela estén entre los diez países más mega diversos del planeta.
Entre sus funciones protectoras destaca que permiten defender vastas superficies de suelos y cuerpos de agua, algo que facilita la conservación y el suministro de este recurso básico.
También suponen un importante aporte a la economía de los países, ya que además de la generación de madera en todas sus vertientes, los bosques permiten la producción de una amplia gama de productos forestales no maderables como alimentos, forraje, especies y productos aromáticos, materia prima para colorantes y tintes, materias primas para artesanías, exudados, fauna silvestre, materia prima para productos farmacéuticos, entre muchos otros.
Y por si todo esto fuera poco, según OLADE al menos el 20% de la matriz energética de América Latina proviene de biomasa, lo que da a los bosques de la región un papel diferenciado con respecto a otras regiones del planeta.
Con estos datos, es evidente que debemos conservar nuestros bosques para garantizar la estabilidad ambiental y, paralelamente, para incentivar el desarrollo económico y social.
Es por esto que desde CAF creamos en 2011 el Programa de Bosques, que tiene el objetivo de fortalecer el desarrollo del sector forestal y la conservación de los bosques a través del impulso de la economía verde, de forma que permita migrar a economías bajas en carbono y resilientes al cambio climático.
El programa está centrado en cinco componentes:
1. Reducción de Emisiones por Deforestación Evitada y Degradación de Bosques + Manejo Forestal Sostenible y Refores tación (REDD+);
2. Negocios Verdes con Productos Forestales No Maderables;
3. Recuperación y Restauración de Bosques, Tierras Cansadas y Degradadas;
4. Recuperación de Bosques Urbanos y Establecimiento, Mejoramiento y Rehabilitación de Espacios Verdes
5. Mejoramiento de la Ecoeficiencia de la Industria Forestal.
En la actualidad, estamos trabajando en el ámbito de REDD+ la estructuración de un portafolio integral de proyectos en Brasil, México y Perú. También se está implementando una cooperación técnica para el desarrollo del REDD+ en Bosques y áreas naturales privadas de Ecuador y Panamá.
Adicionalmente, estamos diseñando el "Plan Maestro de Arborización Urbana de la Ciudad de Guayaquil: Ecuador", y paralalemante CAF auspiciará en Lima, del 7 al 9 de junio de 2017 junto a FAO, el Foro Latinoamericano y del Caribe sobre Silvicultura Urbana, Arboricultura y Paisajismo, espacio para la discusión entre autoridades, técnicos, académicos, organizaciones y ciudadanía.
A nivel de alianzas estratégicas, este año iniciamos un trabajo conjunto con la AFD para evaluar la ecoeficiencia de la industria forestal en Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, México, Perú y Uruguay y, con ello, mejorar el desempeño ambiental. El proceso proceso pretende reducir los costos y aumentar los retornos, al tiempo que incrementa la competitividad.
Esto permitirá certificar la huella de carbono y la hídrica, reducir la siniestralidad y aumentar el rendimiento laboral, minimizar los impactos ambientales, mercadeo verdes, medir el desempeño de la gestión ambiental, acceder a mercados más exigentes y superar barreras no arancelarias.
El 2017 presenta varios retos para la región, ya que varios países se encuentran en proceso de estructuración de proyectos a ser sometidos para cofinanciamiento delGreen Climate Fund,por ejemplo.
El potencial de la región en el ámbito forestal es amplio, y el reto es internalizar las posibilidades de negocio verdes del sector, romper paradigmas y poder apostar a proyectos de calidad que apunten al cumplimiento del objetivo del Programa CAF de Bosques. Para ello, será necesario fijar la de mano de obra al campo y adoptar medidas de adaptación y mitigación al cambio climático, como la forma de poner en valor el capital natural de nuestros bosques.