Ventajas de las APP para el sector del agua en América Latina
Es urgente encontrar nuevas fuentes y mecanismos de financiamiento para el sector del agua y saneamiento que incluyan al sector privado.
Son muchos los factores que influyen en la calidad y seguridad de los servicios de agua y saneamiento en América Latina. Entre ellos destacan, por su trascendencia y transversalidad, los que afectan al ciclo del proyecto, que pueden ser institucionales, legales, administrativos, sociales, regulatorios, técnicos o financieros.
Una de las consecuencias de la actual situación de modesto crecimiento económico de la región es que los gobiernos han reducido los gastos fiscales y, con ello, se ha dificultado reforzar los componentes del ciclo de los proyectos. Paralelamente, el escaso margen fiscal también ha impedido profundizar en los avances sociales conquistados en la última década, entre los que brillan las mejoras en agua y saneamiento.
Ante esta situación, es urgente encontrar nuevas fuentes y mecanismos de financiamiento, incluyendo las multilaterales y otras alternativas, destacando el sector privado como una opción importante.
La buena noticia es que las restricciones o insuficiencias presupuestarias pueden encontrar una solución en las denominadas Asociaciones Público Privadas (APP), que han demostrado ser una herramienta esencial para acelerar el proceso de mejora, rehabilitación y ampliación de las infraestructuras de agua potable y saneamiento básico, así como para el desarrollo de nuevas infraestructuras.
El gran plus de los socios privados al gestionar el ciclo del proyecto es la capacidad de innovación para generar una mayor eficiencia, basada en la aplicación de soluciones tecnológicas y de procesos que permitan modernizar los modelos de gestión y el manejo de las distintas etapas del proceso de prestación, mejorando la sostenibilidad, optimizando la utilización de recursos hídricos y minimizando los riesgos que suelen surgir por infraestructura insuficiente o con un deficiente mantenimiento.
Otra ventaja adicional de las APP es la capacidad que se proporciona al sector público para asignar con mayor eficiencia los riesgos de inversión, logrando mejores resultados en el medio y largo plazo.
En América Latina, la participación actual del sector privado dista de la modalidad de concesiones totales que prevaleció en los 90: el rechazo a las privatizaciones e incluso a las concesiones de los servicios hace muy riesgoso aventurarse a impulsar estos modelos. Es necesario, por tanto, explorar otros mecanismos de participación privada para el desarrollo y financiamiento de la infraestructura del sector. Se deben priorizar en el análisis aquellos diseños innovadores que, por sus características, sean atractivos y aporten soluciones para las necesidades de extensión de los servicios y su correcta gestión.
Las APP han evolucionado tanto en forma como en fondo, y su actividad ha aumentado en los últimos años gracias a entornos políticos proclives a este tipo de asociaciones. Algunos países, como en el caso de Brasil, las APPs están dotadas de una sólida capacidad y tienen inventarios de proyectos que incluyen listas de potenciales asociaciones. México y Colombia también han llevado a cabo experiencias exitosas, aunque todavía están lejos del gigante latinoamericano.
En apoyo a sus países miembros, CAF -banco de desarrollo de América Latina- pretende contribuir a generar las capacidades en la región para facilitar la implementación de APP a través de la organización de talleres con intercambio de experiencias internacionales y regionales en el sector, con el objetivo de identificar modelos novedosos y buenas prácticas que puedan ser promovidas entre los países latinoamericanos interesados en estrategias de financiamiento a través de APP y, de esta forma, lograr que se empiecen a generalizar e implementar como formas de gestionar proyectos de infraestructura y mejoramiento de eficiencia en agua potable y saneamiento, tanto en los ámbitos regionales como locales.