Programa Progresar: “Creando oportunidades" en Ecuador
El Programa abarcó a más de 150 beneficiarios, entre ellos más de 130 empresas grandes, medianas y pequeñas, con resultados de desempeño de alta relevancia para sus empresas y el país.
El Programa Progresar, ejecutado por la Corporación Financiera Nacional de Ecuador, financiado por CAF -banco de desarrollo de América Latina-, inicia en el año 2014 con el objetivo de corregir la brecha de financiamiento de largo plazo –en ese momento escaso en el país- para inversiones en activos fijos de empresas en sectores priorizados para el cambio de la matriz productiva, orientadas a exportaciones y diversificación productiva de valor agregado para el mercado nacional o externo.
El monto total del Programa ascendió a los de US$250 MM y para tal efecto CAF aprobó un crédito por US$120 MM, siendo los US$130 MM restantes, el aporte de CFN y contempló además, la emisión de garantías crediticias a través del FNG (Fondo Nacional de Garantía) y capital de riesgo.
El Programa abarcó a más de 150 beneficiarios, entre ellos más de 130 empresas grandes, medianas y pequeñas, con resultados de desempeño de alta relevancia para sus empresas y el país.
En los primeros meses del 2017, el Programa concluyó exitosamente con cobertura a nivel nacional, se atendieron financiamientos a 20 provincias del país, siendo las más activas Pichincha, Manabí, Chimborazo, Guayas, Santa Elena y Loja. Los sectores a los que llegó Progresar fueron: manufactura, turismo, agropecuario, acuicultura y metal mecánica. A nivel de beneficiarios se apoyó la elaboración de productos alimenticios, servicios turísticos, cultivos de frutas y otros productos agrícolas, fabricación de electrodomésticos, elaboración de productos de madera y plásticos, elaboración de fármacos y alcohol, actividades de impresión y acuicultura, turismo, entre otros.
De manera adicional, el Programa Progresar contó con un componente de Fortalecimiento Institucional, en el cual CAF fue un aliado estratégico. Se brindó apoyo a la CFN buscando robustecer la gestión ambiental y social de la institución a través de buenas prácticas ambientales tanto para sus funcionarios, como para incorporar estas prácticas en el sistema de administración de riesgos ambientales y sociales en créditos de primer piso y generar capacidades institucionales.
Asimismo, se puso en marcha herramientas tecnológicas a fin de mejorar procesos y tiempos de respuesta a clientes; y se fortaleció la oferta de servicios no financieros dirigida a actuales y potenciales clientes de CFN, logrando una atención de servicios personalizados en diversas modalidades para ofertar servicios de asistencia técnica en cada una de las áreas temáticas estratégicas. El desarrollo de otros productos financieros fue un puntal muy importante para la CFN. Por ejemplo, se desarrolló el producto Project Finance, dentro del portafolio de productos institucionales. Así mismo, CFN realizó intercambios técnicos con otros bancos de desarrollo como Nacional Financiera (NAFINSA de México) y Bancoldex de Colombia, a fin de incorporar mejores prácticas y experiencias en productos como factoring y fondos de capital.
Por otra parte, se avanzó en la conceptualización de mecanismos de apoyo al emprendimiento a través de fondos de capital en todas sus etapas, que permitirá a CFN diseñar un producto acotado a las necesidades del mercado y que la posicione como actor en el desarrollo del ecosistema de emprendimiento del país.
De esta manera, CAF fue un aliado estratégico en la consecución de este programa que constituyó una de las muchas semillas que requiere el país para avanzar en la transformación productiva que impacte en las vidas de las personas y en el desarrollo sostenible del país.
Un ejemplo de los resultados alcanzados por este proyecto es el caso de Tito Guillén, un pescador trabajador de la provincia de Galápagos que soñaba con migrar de la actividad de pesca artesanal al turismo, como una opción de mejorar su calidad de vida y la de su familia, dado el potencial existente de las islas.
Al igual que muchos de sus compañeros de jornada, con su matrícula de pesca artesanal, trabajaba fuertemente para proveer de las necesidades básicas a su familia. Para llevar a cabo su oficio contaba con una pequeña embarcación que no cumplía con los estándares de calidad y seguridad que le permitieran dedicarse al turismo, como era su sueño. A través de un concurso público del Parque Nacional Galápagos cambiar su matrícula de pesca artesanal por un cupo de operación turística en la modalidad buceo navegable, y mediante un operador de turismo, obtuvo el conocimiento necesario para llevar a cabo su nueva actividad.
Finalmente, gracias al Programa Progresar, Don Tito obtuvo el financiamiento en condiciones de plazo, amortización y precio adecuadas a su tipo de negocio, con lo cual pudo construir un barco de buceo que hoy es muy demandado por clientes interesados en esta actividad turística.