La adaptación basada en ecosistemas y su aporte al desarrollo sostenible
Conocer el enfoque de adaptación basada en ecosistemas ayuda a comprender por qué la biodiversidad es tan importante para la resiliencia.
Actualmente las ciudades de América Latina y el Caribe se encuentran en un proceso de redefinir su contribución a los Compromisos Nacionalmente Determinados (CND) en el Acuerdo de París, que determinará la reducción de gases contaminantes y la transición a economías más respetuosas con el medio ambiente.
En este camino, el enfoque de adaptación basado en ecosistemas (manejo sostenible, conservación y restauración) facilita la estructuración de operaciones verdes de crédito, cooperaciones o asesorías técnicas, y ofrecen la oportunidad de promover ciudades que puedan migrar a economías bajas en carbono y sean resilientes al cambio climático, con conservación del capital natural e inclusión social.
En el caso de CAF, las acciones verdes de las operaciones se identifican durante el primer contacto con el cliente, para que nazcan verdes, integrales e inclusivas. Este es el caso de ciudades brasileñas como Salvador, Sobral y Araguaína, que recientemente han solicitado financiamientos para mejorar su sostenibilidad ambiental, social y económica.
Cuando la operación está en la etapa de administración, es posible identificar y ejecutar acciones de mitigación, adaptación o recuperación del capital natural. Un ejemplo lo encontramos en ciudades brasileñas de Canoas y Fortaleza, que lograron las metas físicas de la operación, y donde se priorizó el uso del recurso remanente del préstamo para plantar mudas con especies nativas en susProgramas Municipales de Reforestación o Arborización.
Estas previsiones han permitido resolver problemas de supervivencia y reproducción de las especias, a partir de características específicas que se perpetúan. Con el cambio climático, es cada vez más difícil que el proceso evolutivo de las especies les ayude a resolver estos problemas, porque se enfrentan a alteraciones y perturbaciones cada vez más bruscas, frecuentes y profundas que las dejan sin el tiempo suficiente para adaptarse.
Conocer la aplicación del enfoque de adaptación basada en ecosistemas ayuda a comprender por qué la biodiversidad es tan importante para la resiliencia ecosistémica, o su capacidad de recuperarse ante perturbaciones o eventos extremos, sin cambiar su estructura y función, y aplica tanto a los ecosistemas naturales (bosques y arrecifes, entre otros), como urbanos. Esto refleja la importancia de las áreas verdes y de los bosques urbanos, que no solo sirven para mantener la diversidad y el equilibrio natural, sino que participan directamente del ciclo hidrológico, de los procesos de captura de CO2, ayudan a reducir las olas de calor y el impacto de las inundaciones o deslizamientos y contribuyen a la conservación de suelos. Por lo tanto, ayudan a la reducción de la vulnerabilidad en ciudades.
El Banco Mundial[1], indicó que el cambio climático ya está exacerbando la desigualdad humana; a nivel subnacional, los impactos tienden a ser más severos en zonas ya empobrecidas . Magrin y colaboradores (2014), señalaron que entre 2000 y 2013, en América Central y del Sur se contabilizaron 613 eventos climáticos extremos, provocando 13.883 muertes, 53.8 millones de afectados y USD 52,3 mil millones por pérdidas económicas.
CEPAL estimó que para 2015 las instituciones que más movilizaron recursos climáticos en la región fueron los bancos de desarrollo nacionales, con un 48%, y entre los países, Brasil movilizó la mayor cantidad de recursos, principalmente a través del BNDES. Le siguen México, Ecuador, Argentina y Colombia, con 11,6%, 7,5%, 4,3% y 4,2%, respectivamente. Estas instituciones han cedido lugar a los bancos multilaterales, quienes subieron del 28% en 2013 a un 39% en 2015. CAF y el BID concentraron en conjunto más de USD 5.2 mil millones. CAF movilizó USD 2,848 mil millones, un 14% del total, mientras que el BID movilizó USD 2,362 mil millones, un12% del total.
El 48% de las capitales de la región presentan una vulnerabilidad significativa al cambio climático, y las emisiones se deben mayormente a cambios en uso de suelos. La comprensión de los distintos niveles adaptativos y los conceptos de exposición, sensibilidad y capacidad de adaptación, contribuirá a identificar el origen de la vulnerabilidad y reducirla con oportunas acciones para el incremento de la resiliencia en su multicausalidad.