La gran oportunidad de las regiones de Colombia
El Plan Nacional de Desarrollo (PND) pretende conectar mejor los territorios, impulsar un desarrollo que llegue a las regiones más vulnerables y potenciar la innovación.
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La recuperación económica y el mejor desempeño de la inversión público-privada representan una oportunidad inigualable para que Colombia dé el salto que necesita para convertirse en una economía competitiva a nivel global y, con ello, ofrezca más oportunidades a todos sus ciudadanos. Para lograrlo será necesario recabar amplios consensos que deriven en planes de desarrollo eficientes. Afortunadamente, Colombia va por el buen camino.
La receta que han seguido otros países para convertirse en economías de ingreso alto es relativamente común: grandes inversiones en infraestructuras, impulso de los ecosistemas emprendedores, fortalecimiento empresarial y políticas de protección social eficientes que contribuyeron a reducir la pobreza y a fortalecer a las clases medias.
Traducidos a la realidad colombiana, estos factores se concretan en la necesidad de conectar mejor los territorios, impulsar un desarrollo que llegue a las regiones más vulnerables (especialmente a las áreas rurales), aumentar la productividad y potenciar la innovación para entrar en las cadenas de valor a nivel global.
En los próximos años será necesario incidir en proyectos estratégicos que permitan dinamizar la economía y fomentar el desarrollo social según su vocación y potencial, al tiempo que se fortalecen iniciativas territoriales. Y esto es justamente lo que pretende el Plan Nacional de Desarrollo (PND) propuesto por el gobierno.
Además de plantear instrumentos de política pública novedosos para que las intervenciones tengan un mayor impacto en el desarrollo del país, el PND plantea una profunda transformación digital y una apuesta por la agroindustria que vincule a los pequeños y medianos productores. También contempla una mejora regulatoria y tributaria que promueva el emprendimiento y la actividad empresarial, una política social moderna centrada en la familia que conecta a la población pobre y vulnerable a los mercados, y el aprovechamiento de las potencialidades territoriales al conectar territorios, gobiernos y poblaciones.
Asegurar el desarrollo regional también requiere conectar físicamente las regiones y fortalecer los procesos de descentralización. Por eso, una de las áreas más críticas para lograr que Colombia supere la denominada “trampa del ingreso medio” es la relacionada con las infraestructuras, ya que pueden convertirse en un articulador de progreso.
Mejorar las infraestructuras de Colombia es un trabajo que se debe articular entre diversos actores, desde el gobierno nacional y los regionales hasta el sector privado y la banca multilateral. Pero es un trabajo necesario, ya que permitiría a las empresas crecer y prosperar, generar empleo y atraer inversión, al tiempo que se conectan los territorios más productivos con los menos productivos y, con ello, se logra impulsar un crecimiento económico homogéneo. En este sentido, el desarrollo de corredores estratégicos, especialmente con la intervención de vías con criterios costo eficientes y con especificaciones técnicas para la articulación intermodal, puede suponer un buen estímulo para la productividad regional.
Por eso desde CAF –banco de desarrollo de América Latina- estamos impulsando intervenciones integrales, con foco en las infraestructuras, que reduzcan las brechas entre regiones. Entre los proyectos que llevamos a cabo se encuentran la mejora de las vías terciarias, distritos de adecuación de tierras, agua y saneamiento, generación de energías no convencionales y el fortalecimiento de las capacidades de gestión de los territorios.
En ese marco, creamos el primer vehículo de deuda que ha financiado algunos de los grandes proyectos de infraestructura vial del país, hemos participado en el sistema estratégico de transporte público de Montería, en el programa de agua potable y saneamiento básico en Buenaventura que iniciará próximamente, y también hemos ofrecido asistencia técnica en instrumentos de gestión relacionados con vías terciarías, logística, adecuación de tierras y fortalecimiento a la productividad y competitividad.
Conectar eficientemente a todas las regiones de Colombia implicará una estrecha colaboración entre el sector público y el privado, y tendrá buenas consecuencias: por un lado, contribuirá a aumentar el crecimiento económico y la productividad, y por otro facilitará el acceso a servicios públicos de calidad y, en definitiva, mejorará la calidad de vida de todas las colombianas y colombianos.