¿Cómo pueden las pymes de la región integrarse a un ecosistema de innovación?
Cuando hablamos de innovación no existe una única definición. Lo mismo pasa con los ecosistemas de innovación, donde podemos encontrar diversa literatura que nos da una aproximación a su definición. Una de ellas es la propuesta por Bengt-Åke Lundvall, quien lo define como “el flujo de conocimiento, tecnología e información entre personas, empresas e instituciones clave para generar procesos de innovación. Este incluye la interacción entre distintos actores para convertir una idea en un proceso, producto o servicio para el mercado”.
Los ecosistemas de innovación se caracterizan por la presencia de diferentes actores que se interrelacionan entre sí con el fin de generar alianzas, conocimiento y nuevos e innovadores desarrollos a través de la co- creación y colaboración. Lo que potencia un ecosistema de innovación es la capacidad de quienes lo conforman de construir sinergias y alineación para lograr fines y metas comunes, de aquí la relevancia de ser un actor activo en el mismo.
Las pymes representan el 99.5% del tejido empresarial de la región, y, como resultado de la encuesta realizada en 121 países por el Centro de Comercio Internacional se estima que la covid-19 ha afectado a más del 60% de las pymes y al 51% de empresas medianas. Tomando en cuenta la situación actual que atraviesa la región, el rol de las pymes dentro de un ecosistema de innovación se torna de vital importancia para la reactivación económica que estaremos viviendo de cara a los próximos meses.
Ahora bien, ¿cómo pueden las pymes de la región integrarse a un ecosistema de innovación?
El primer paso para la integración eficiente de una pyme dentro de un ecosistema de innovación es la identificación y reconocimiento de las entidades que lo conforman. Para esto, una herramienta de gran utilidad es el modelo de las tres hélices, con el cual se puede levantar la información de las entidades que representan el sector público, sector privado y el sector del conocimiento. Esta herramienta permite tener un mapeo inicial de los actores (también conocidos como stakeholders) presentes en el entorno y con los cuales podría generar alianzas estratégicas.
El segundo paso es el reconocimiento de necesidades internas que la pyme no puede cubrir por cuenta propia, bien sea por falta de capacidad instalada, infraestructura, conocimiento, o financiamiento, entre otros. Igualmente, se deben identificar las oportunidades y desafíos que, mediante procesos de innovación, podrían incentivar la generación de soluciones de valor a nivel social, ambiental y económico.
El tercer paso es el diseño del plan de inserción en el entorno, donde se debe definir la estrategia a implementar con cada actor, el valor que este puede generar y el que la pyme puede aportar, procurando así crear una relación ganar- ganar. En este punto se debe verificar si es necesario involucrar entidades adicionales que no fueron mapeadas inicialmente. Finalmente, la pyme debe definir los procesos de colaboración en los cuales está dispuesta a participar, tales como identificación conjunta de oportunidades o problemáticas, generación de ideas en base a desafíos, desarrollo de proyectos ya validados, entre otros.
Formar parte de un ecosistema de innovación aporta gran valor para cada uno de los actores involucrados, ya que se es parte de un sistema que motiva la colaboración, la búsqueda y logro de objetivos en conjunto, el crecimiento profesional y bien social. Lo relevante de ser parte de este ecosistema es la actualización constante, por lo que las pymes interesadas en unirse deben hacerlo con el propósito y disposición de aprovechar las oportunidades y ser un ente activo dispuesto a trabajar en conjunto con entidades de otros sectores y mercados.
Como apoyo a las pymes de la región, CAF diseñó de manera conjunta con la empresa consultora chilena Transforme el MOOC- Innovación Empresarial ¿Cómo impulsarla en mi pyme?, un curso completamente virtual y gratuito, donde a través de cuatro módulos los participantes podrán conocer diversas metodologías y herramientas que les permitirán iniciar un proceso de gestión de innovación a lo interno de su organización. En el cuarto módulo se explica a detalle el uso del modelo de las tres hélices y el valor inicial que este aporta a las entidades, así como el proceso para generar un plan de inserción en el ecosistema de innovación de manera estratégica y focalizada. El curso estará disponible hasta el mes de enero, la recomendación inicial es formar un grupo multidisciplinario dentro de la misma organización, con el fin de alcanzar un mayor aprovechamiento de los recursos y metodologías impartidas, así como una creación sistemática del road map de innovación como insumo principal para la entidad.